CAPITULO 10

-haaaa duele

-discúlpeme no me di cuenta de que estaba saliendo.

Vaya pero que voz, haaa despierta elimina esos pensamientos malos, así que levanto mi rostro para para poder ver…ver…oh dios mío pero que…. Esta para comérselo…haaaa…. En qué piensas samanta recuerda tu vocación.

Trato de toser y poner la poca dignidad que me queda oh… dios…mío solo espero no haberme quedado mirándolo mucho tiempo, trato de toser.

-tenga más cuidado- le hablo lo más seria posible

-ha discúlpeme me llamo Eduar es un placer conocerte hum-no le dije mi nombre por lo que a la vez extiende su mano para tomarla. dudo un poco, pero lo tomo sintiendo una electricidad por todo mi cuerpo que raro, ayudándome a levantarme

-soy la hermana samanta …. me puede devolver mi mano-le observo mirar nuestra mano aun enlazada

-así discúlpeme es que tiene la mano suaves-pero que mal educado, le observo de manera indignada y así aprecios más sus facciones cabello negro con unos ojos azules cielo piel clara, valla que hermoso y ni hablar del cuerpo se ve que está bien trabajadas, pero en qué piensas si la hermana Lili te escuchara, de seguro que me pondría en ayuno con unas trecientas aves maría y trecientos padres nuestros.

-bueno samanta por lo que veo no eres de acá, de dónde eres.

Valla que curioso.

-de los estados unidos y por lo que veo tampoco eres de este lugar Eduar-en el monte que pronuncie su nombre lo veo cambiar de color a un dorado sus ojos, creo que fue producto del sol, si eso fue.

-dime eres fiel a tu voto, por lo que lo he dudado en cuando me observaste, humm digamos con lujuria-pero que se ha creído, puedo observar cómo le iba creciendo esa sonrisa perfecta, pero que se ha creído.

-valla tienes mucha imaginación-y se le hace más grande la sonrisa-si me disculpas tengo que regresar a mi cabaña, ¡Así que adiós!.

Busco con la mirada a mi amigo encontrándole con uno de los hombres de esta tribu.

-si deseas te puedo acompañar-pero que insistente, comienzo a caminar, ignorando su propuesta acercándome a mi amigo.

-Ashanti nos podemos ir