Volver a Enamorarse

Capítulo # 5

Capítulo # 5

Habían pasado unos días.

Anastasia estaba tensa, pero había convencido a Alain que se reunieran con su hermana Liliana para poder platicarles lo que estaba pasando.

Su hermana y marido habían regresado a su hogar, porque ya no había peligro.

En el departamento Santoro Palmer.

Lili estaba terminando de acomodar todo en su departamento. Cuando escuchó el sonido del timbre. Se asomó y era su hermana Anastasia. Abrió la puerta y ella entró en compañía de Alain.

—Estaba esperándolos —habló asomándose Raffaello con una mirada sombría. No le agradaba su cuñada.

—¿Estás bien? —preguntó Anastasia mirándola.

—Si…

—Lo que sucede es que Joseph ha estado molestándola ella y amenazándola —explicó enseñándole los mensajes.

Liliana le quitó el celular y su palidez se notó.

—¿Estás bien Anastasia?

—No, no duermo. Sé quién es él y sé que les quiere hacer daño a papá y mamá —dijo completamente asustada.

Raffaello observó que ella no estaba fingiendo, por su manera de hablar y su cuerpo corporal. Ese hombre le hacía daño a ella. Acaso ella también fue una víctima más y por las circunstancias ellos la acusaron injustamente; algo en ella lo tenía perturbado.

Liliana se fijó que las manos de sus hermanas estaban temblando y estaba muy ansiosa.

—Tasia, ¿quieres tomar algo?

—Sí.

—¿Tasia? —repitió Alain sorprendido.

—Nuestros padres, siempre nos han llamado por lo último de nuestros nombres, Liliana “Ana” Anastasia “Tasia”

—Tienen una obsesión por el nombre de “Ana” —comentó Raffaello.

—Por Liliana se llamaba mi bisabuela materna y Anastasia mi abuela paterna.

Raffaello espero que ambas hermanas se alejaran para poder platicar con él.

—¿Tienes algún romance con ella?

—Vaya, tú eres muy observador —dijo con una sonrisa en los labios Alain.

—Te conozco, eres un mujeriego de lo peor —aclaró su amigo con una sonrisa en los labios—. Con ella te noto que estás muy tenso y la cuidas demasiado.

—Sí, desde que la vi bajarse de ese avión me quedé embelesado —confesó con una sonrisa en los labios—. Es demasiado fascinante y el cuerpo que se gasta.

—Sabes, que esa chica está rota, ¿verdad?

—Lo sé, siento que ella esconde muchas cosas de Joseph.

—Está asustada y lo peor que estoy comenzando a cuestionarme si en verdad ella fue tan mala como él —confesó confundido.

—Siento que la ha manipulado toda su vida y ella está consciente del daño que ha hecho.

—Ya veremos qué pasa. Lo importante es que tenemos que protegerla.

.

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En la habitación huéspedes.

Liliana se la había llevado para la habitación y le dio un poco de té para que se tranquilizara.

—Tasia, no tienes que ponerte así —dijo acariciándole la espalda.

—Perdóname por ser tan mala contigo, te juro que nunca pensé que Joseph no fuera a decir nada de Archie. Yo lo amaba con locura, era mi niño favorito —confesó y comenzó a llorar—. Nunca pensé que él pudiera callarse algo tan grave.

—Discúlpame por no ser esa hermana que necesitabas —dijo con pesar. Si hubiera estado pendiente de ella a lo mejor, Joseph no se hubiera acercado a ella—. Te descuidé.

—No, tú fuiste una excelente hermana y eso nunca podré olvidarlo. La mala soy yo y merezco sufrir por todo el daño que te cause —sollozando e intentando calmarse un poco.

—Sé que no seremos esas hermanas unidas, pero al menos intentemos comunicarnos un poco —dijo agarrando su mano—. Podemos intentarlo.

—Me gustaría mucho Ana —afirmó con una leve sonrisa en los labios.

Liliana estaba muy preocupada por ella, no estaba bien en su rostro, podía notarse la desesperación que estaba viviendo.

.

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Afuera del edificio.

Joseph estaba mirando el departamento de Raffaello y sonrió ampliamente. Hoy era el día que acabaría con Liliana, tenía que matarla y después acabar con Anastasia. Se quedaría a esperarlos que salieran del edificio o ir al jardín, allí iban un rato la pareja.

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Media hora después.

Liliana había tranquilizado a Anastasia un poco. Empezaron a platicar de todo un poco, a ella le sorprendió lo que había logrado su hermana en los años que no estuvo con ella y lo profesional que se veía al hablar. Era maravilloso que su hermana había cumplido sus sueños de estudiar.

—Wow, estoy feliz por ti.

—No deberías sentirte feliz, te destruí tu vida e hice que papá y mamá te odiaran.

—¿Por qué te fijaste en Joseph? —preguntó con calma.

—No lo sé, lo vi tan guapo, varonil y veía que te trataba bien —respondió con una leve sonrisa—. Pero, solo conocí al Joseph malo, manipulador y…

—¿Y qué? —preguntó angustiada.

—Él no fue bueno conmigo, en la intimidad, él…

Raffaello abrió la puerta abruptamente.

—Amor, vamos al jardín —pidió él mirándolas.

—Ve tú —dijo. Observó como su hermana se levantó de la cama.

—Quiero respirar aire puro.

—Vamos, entonces —dijo ella con mucho pesar. Quería que su hermana le contara lo que él le hacía, a veces su marido era muy inoportuno.

Anastasia salió de la habitación y se reunió con Alain. Él no estaba de acuerdo que salieran del departamento, pero los hombres de seguridad habían confirmado que era seguro.

Lili iba sonriéndole a su marido y disfrutando de la compañía de su hermana.

Anastasia se había quedado un poco alejada para acomodarse un poco las sandalias. Cuando el olor de un perfume se le había hecho familiar. Un hombre había pasado delante de ella y lo veía demasiado sospecho. Al mirarlo bien era Joseph que iba atrás de su hermana. Salió corriendo para alcanzarlo y escuchaba como Alain le gritaba, pero al ver como él sacaba un arma de su chaqueta, corrió con más fuerza para empujar a Liliana, ella merecía vivir y ella no.

Se escuchó el sonido de los disparos.

Liliana iba de espalda cuando sintió cómo alguien la había empujado y escuchó los disparos. Cuando se había volteado, observó el cuerpo de su hermana cubierto de sangre.




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