Epílogo

Dirigiéndose nuevamente al living, ella obliga a su padre a mirar hacia arriba, sentándose suavemente al lado de él.

—¿Padre?…

—¿Sí, Mayra?…

—Tengo algo importante que debo decirte —ella hace una pausa antes de continuar—Sepa esto... a pesar de todo lo que hemos hablado, el dolor entre nosotros, nada de eso es demasiado grande para perdonar. Por todo lo que he estado enojado hasta este día. Sepa que te perdono... todo...  

Mayra traga saliva dolorosamente y después continúa.

—Mientras espero el perdón por todos mis terribles errores, te pido perdón... y eso... Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

"¡Dilo, Mayra! ¡Por el amor de la misericordia, dile lo que nunca pudiste decir!", piensa con un nudo en el estómago, acunando su cabeza en su hombro, ambos temblando de emoción, abrazándose, mientras Mayra decía algo que ella había luchado por expresar toda su vida.

—¡Té… te quiero..., papá! —suspira ella.

—¡Yo… yo... también te amo, hija! —él le responde agradecido, las palabras tartamudeantes pero sentidas como miel para ambos, apretando suavemente sus manos.

—¡He esperado años para decírtelo! —Mayra dice con asombro.

Odiaban el tener que separarse... De hecho, todavía se estaban abrazando felizmente cuando Ariel Avellaneda llegó para cenar y ambos sonríen cuando ella se une. Quedando unidos los tres justos, hasta que el rugir de sus estómagos los obliga a separarse.

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Nota:

Sé que es un poco cursi. Pero estuve bastante enfermo y estresado, así que o era muy cursi o muy desgarrador.

De todas formas muchas gracias por leer y de por favor, háganme saber que les pareció en los comentarios.