Capitulo 24

Han pasado dos semanas desde que nos mantenemos ocultos en la bahía. Hasta ahora todo parece marchar bien. Evan está mejorando en el combate gracias a Nycolai, Jaqueline se ha convertido en una experta en el tiro con arco con la ayuda de Miles, y mis habilidades mágicas también han crecido gracias Ginger.

Eve es una gran ayuda, al ser magia pura ella literalmente se transforma en el elemento que desee. Ella misma es la representación de mi poder. 

-Torbellino de arena-. Digo al estar en entrenamiento con Ginger. Eve acata mi orden  y su pequeño cuerpo se convierte en un poderoso torbellino en cuestión de segundos que se dirige a Ginger. Ella crea un escudo a su alrededor con el que logra desviar la trayectoria de dicho torbellino.

-¡Ja! Buen intento, pero te hace falta más fuerza-. Dice confiada.

-¿Ah si? -. Levanto mis brazos como si dibujara un símbolo en el aire. El cuerpo de Eve cambia del torbellino a una hola de agua que empuja a Ginger desde atrás. Ella cae y la muñeca vuelve a mi.

-ah..... Eso no lo esperaba. Parece que Eve se fortalece del mismo modo en que tú lo haces-. Se levanta y sacude la arena de su ropa mojada.

-Si, eso parece-. Acaricio a Eve, que está sentada en uno de mis hombros. 

-Tener un ente elemental sin duda es fascinante. Pero debemos fortalecer el resto, ¿Estás lista?

Que Ginger me pregunte eso me hace poner un rostro serio. La verdad es que Eve no es más que un extra, mi verdadera habilidad era aún más poderosa, pero también traía consecuencias. Y depende cómo lo usara, era la gravedad del efecto en respuesta. 

-Yo... No estoy segura-. Respondo con duda.

-Ya han pasado unos días, no puedes seguir huyendo, Camile. Es importante que lo domines. 

-Lo sé, es solo.... Que no quiero lastimarte 

-Yo estaré bien, confío en ti, tu confía en mí-. Sonríe con esa cálida sonrisa que vuelve loco a Evan. Pero aún así no estoy segura acerca de su petición.

-Ah...-. Suelto un suspiro y cierro los ojos para concentrarme, al abrirlos éstos tienen un ligero brillo color plateado.

-An4da....-. La miro fijamente y mis palabras son arrastradatbe23b.  s pmor el viento como un susurro. Una niebla oscurece los ojos de Ginger y ella comienza a caminar sin un rumbo fijo, como si estuviera dentro de un trance. Una fuerte punzada desde el interior d ue mi cabeza me hace perder la concentración, sin embargo, Ginger continúa caminando y se acerca a la orilla del acantilado. 

-¿Ginger? -. La veo cada vez más cerca de la caída. La cabeza me duele, es como si todo mi cerebro  palpitara. Intento ir a ella pero me es un poco difícil, tampoco creo poder alcanzarla.

-¡GINGER! ¡PARA!-. Estiro un brazo en un intento inútil de  alcanzarla y hacer que se detenga, pero no me escucha. Está sumergida en el trance que mi poder le causa. 

-¡DETENTE! !NO! -. Siento como mi corazón se detiene y mi respiración se corta. Su siguiente paso es al vacío y cierro los ojos para no ver. 

Nycolai aparece de la nada y la sostiene justo antes de que caiga. 

-¡Cam!-. Evan se acerca a mí. -Oye. ¿Estás bien? ¿Que fue lo que pasó?

-Yo....yo... -. Veo a Nycolai intentando despertar a Ginger del trance. Él me mira y mis ojos se cristalizan. Cuando finalmente lo logra ella lo abraza y el aire vuelve a mis pulmones. Evan me ayuda a ponerme de pie y ambos se acercan a nosotros.

-Se puede saber. ¿Que estaban haciendo ustedes dos?-. Nycolai luce molesto, pero y al mismo tiempo asustado.

-Es mi culpa. No debí usar mi poder con ella. 

-No, Camile. Yo te dije que lo hicieras, perdóname-. Ginger me abraza y yo correspondo. Evan sonríe ligeramente y Nyc suelta un suspiro, luego nos da un ligero golpe en la cabeza a cada una. 

-Ustedes si que están dementes. Creí haberles dicho que tuvieran cuidado con eso y en especial, que no lo hicieran si no estaba presente-. Ginger saca la lengua de manera juguetona y Nycolai se cruza de brazos dando a entender que ni está jugando así que ella se pone sería de nuevo y baja la mirada.

-Eso fue peligroso, si no hubiera escuchado a Camile ni llegado a tiempo....

-Pero no fue así, estoy bien-. Resonga Ginger.

-Fue mera suerte-. Añade Evan. -Fuiste imprudente Ginger. 

Me sorprende escuchar a Evan decir la palabra imprudente, y sermonearnos a ambas. Ya perdí la cuenta de cuánto tiempo llevamos en este mundo, quizá un par de meses o más. Pero si de algo estoy segura, es que Evan definitivamente a cambiado, ha madurado mucho. 

-Tienen razón-. Doy un paso al frente. -No debí hacerlo, fue una tontería.

-¿Que? Pero Camile.

-No Ginger, casi te mato. Esto fue una mala idea, no puedo controlar mis poderes.

-¡Pero puedes hacerlo con los elementos! ya eres más fuerte que antes. Solo necesitas entrenar más.

-Los elementos son una cosa, los humanos son otra cuestión. Es más complicado no puedo hacerlo. Perdón Ginger, pero esto termina aquí...

Me alejo un poco para adentrarme al bosque un momento, necesito pensar. Ellos lo entienden, pues me dejan sola. 

Mientras camino golpeo algunas ramas secas con los pies, estoy frustrada conmigo misma por lo sucedido. La primera vez que intenté usar mi poder hice que Evan saltara hasta el cansancio, tuvo ampollas durante tres días. 

Me senté sobre unas raíces que sobresalían del suelo. Eve permanecía junto a mí en todo momento.

-No lo entiendo. Controlar los elementos es bastante sencillo, hacen lo que les digo pero.... Ordenarle qué hacer a una mente... Es muy difícil-.

Cada vez que intentaba usar mi poder en alguien, sentía una enorme presión en mi cerebro. Tanto que creía que mi cabeza completa sería aplastada. Se supone que mi poder  permite que todo lo que me escuche haga lo que quiera. Con solo decirlo se hará. Entonces por qué con los elementos si, ¿pero con un ser vivo no?

-Esto es muy confuso-. Acaricio la cabeza de Eve. Es como deslizar mis dedos sobre la flama de una vela pero sin quemarme. No siento nada, pero ella parece disfrutarlo puesto que cierra sus ojitos ante mi caricia.