Mi primer y único amor un amor prohibido 💕
Capítulo 6
Los momentos que pasaba con Santiago solo eran de risas, él siempre buscaba la manera de hacerme sonreír, apenas terminó la película caminé hasta el corredor pérdida en mis pensamientos, tenía que controlar mis sentimientos lo que sea que siento no está nada bien, di un pequeño salto cuando alguien me habló.
—Juan: Tan pronto te aburriste de la compañía de mi hermano, es un payaso.
—Diana: Pero eso es bueno—sonrió—,reírse de vez en cuando es bueno.
—Juan: Tú sonríes muy lindo, deberías hacerlo más seguido—sonrió—.Para no tener esos malos pensamientos.
—Diana: ¡Que rápido corren los chismes!
—Juan: Puedo saber porqué una niña tan bonita tiene ese tipo de pensamientos.
—Diana: Llegas a un punto donde el mundo se te cae encima—bajé la mirada.
—Juan: A todos algún día nos pasa, pero tú tienes un futuro por delante, eso que te pasó solo fue una prueba más.
Hablamos durante una hora, no cabe duda que Juan también heredó los buenos consejos de mi tío, también aconsejaba de una manera muy bonita, me sirvió mucho hablar con él, poco a poco cambiaba de pensar con cada palabra me hacía recapacitar, mis días en casa de mi tío eran perfectos, la mayor parte del tiempo la pasaba con Santiago que siempre me hacía reír, cuando subía al pueblo siempre llegaba con una manzana roja, Amanda nos observaba de vez en cuando, ¿será que sospecha algo? seré muy obvia, todas las tardes veíamos películas juntos, eso no era nada bueno para mí, trataba de no ilusionarme pero lo que sentía por él crecía más, aunque repetía en mi mente solo es un capricho tuyo Diana.
Santiago tenía un celular los llamados flechitas, recuerdo que él me enseñó a manejarlo pues yo no sabía como utilizarlo, recuerdo que lo tomo se metió en mensajes borradores y me dijo tómalo para que aprendas a escribir, me explicó, entendí perfecto, me dijo escribe algo para ver si aprendiste, recuerdo perfecto lo que escribí.
me encanta tu compañía, la manera que me haces sentir cuando estoy contigo, con solo una sonrisa haces que todo se me olvide, los momentos contigo son únicos, eres muy importante para mí y tienes un lugar muy especial en mi corazón te quiero mucho.
Le entregué el celular con una sonrisa maliciosa, me quedé mirándolo mientras él leía el mensaje, se puso muy nervioso, no entiendo la razón pero me gustó, como impulso le di un pequeño beso en la mejilla y él se ruborizó, por alguna razón me encantaba ponerlo nervioso, eso me daba entender muchas cosas o solo lo imagino.
—Diana: Ahora quiero la respuesta de lo que te escribí—sonrio.
—Santiago: Eres un angelito con cachos—me devolvió el beso en la mejilla, por Dios casi me muero—, me encanta verte sonreír mi chatica, así tiene que ser diario, quiero que me lo prometas, nunca se borrará esa hermosa sonrisa, siempre sonreirás cuando te acuerdes de mi, promételo— tomo mi mano.
—Diana: Lo prometo—apreté su mano y sonreí.
Mi corazón se quería salir de mi pecho, no imaginan lo que sentí en ese momento, su manera de mirarme me creaba miles de confusiones, él me puso dos apodos, chatica y ricitos de oro, mantenía la mirada fija a sus ojos, se acercó lentamente y dejó un pequeño beso en mi nariz, luego en mi frente, en mi mejilla, en el mentón, juro que no lo imaginaba, él miraba mis labios, se acercaba lentamente pero algo lo detenía y terminaba besando mi otra mejilla, solo sentí un montón de cosquillas en el estómago, con tenerlo tan cerca me producía escalofríos y mi corazón se aceleraba de una manera diferente, imaginó eso es amor.
Él se levantó y salió de la sala como huyéndo, por alguna razón yo lograba ponerlo muy nervioso, no era capaz de estar cerca de mi por mucho tiempo, recuerdo que estaba hablando con mis primas cuando él se acercó y me entregó su celular diciéndome que siguiera jugando sonrió y se fue, tomé el celular entré a mensajes y ahí estaba la respuesta que le pedí .
Chatica a mi también me encanta tu compañía, la manera que me haces sentir cuando estoy contigo, adoro cuando sonríes porque es la única manera que sale el brillo de tus hermosos ojos, deseo que esa sonrisa hermosa jamás se borre de tu boca, también eres muy importante para mi, tienes un lugar en mi corazón, recuerda que eres mi prima favorita, te quiero mucho.
Sonreí al leer el mensaje, Aunque él recalcó que soy su “ prima favorita ” eso me confundía aún más, será que él solo me ve como su primita favorita, soy yo la que imagina cosas , ¿Pero por qué lo pongo nervioso? Eso no lo Imaginó, estábamos comiendo todos en la cocina platicando muy entretenidos, Santiago se fue por algo a su habitación y yo salí para el baño supuestamente, me crucé por la sala me recosté en la pared esperando que pasara por mi lado, como estaban las luces apagadas solo con el pequeño reflejo del bombillo de la cocina, cuando él atravesaba la sala lo tome de la mano llevándolo hasta la pared, dio un pequeño salto pues lo tome por sorpresa, puse mis manos en la pared dejándolo en medio, obviamente él es mucho más alto, pero aún así pude sentir los latidos de su corazón, besé su frente hice todo lo que el hizo conmigo, él solo permanecía inmóvil, podía sentir lo nervioso que estaba, sonreí porque eso era lo que yo quería comprobar, deje un pequeño beso en la punta de su nariz susurro.
—Diana: ¿No me digas que te pongo nervioso?—sonreí.
—Santiago: Eres un ángel con cachitos— sonrió —,¿tú crees que me pones nervioso? Besaste cada parte de mi rostro te faltó algo—me estaba retando.
—Diana: ¿Crees que no soy capaz?—sonreí malvadamente y deslice mi nariz sobre la suya.
—Santiago: No, no eres capaz, estoy seguro— sonrió.
Tome su rostro entre mis manos, cuando quise darle el beso en los labios él se retiró, con una sonrisa nerviosa.