Mi primer y único amor un amor prohibido 💕
Capítulo 55
Narra Santi… 💕
No saben la angustia tan grande que siento al ver como se retuerce del dolor, como su vientre se endurece, y como se mueve mi pequeña hija, solo le pido a Dios que las dos estén bien, por fin después de tanto trámite a las 9:am llegó la ambulancia para trasladarla a la ciudad de Medellín, al hospital general, su dolor era evidente, estaba dilatando demasiado rápido, ya estaba en 4, las contracciones eran de mas de un minuto y cada 5 minutos, la doctora y la enfermera que van en la ambulancia tienen cara de terror, ellas saben que el bebé no puede nacer en camino, tenemos que llegar a la clínica, salimos en la ambulancia, son tres horas hasta la ciudad, con el medicamento que le pusieron al parecer el dolor se fue, tomé su mano la apretaba con fuerza, sentí miedo, un nudo en la garganta no quería perderlas a ninguna de las dos, trataba de calmarme, cuando Diana apretó mi mano con fuerza soltó un gruñido, las contracciones regresaron más fuertes, podía ver el miedo en los ojos de la enfermera, empezó a contar cada cuanto eran y lo que duraba cada contracción, con angustia le decía a la doctora que las contracciones aumentaron eran de más de un minuto.
Le decía a Diana que no podía pujar, ella con lágrimas en sus ojos le decía que era algo involuntario que el cuerpo lo hacia, Diana se sostenía el vientre les decía con impotencia ustedes dejaran morir a mi bebé, la enfermera trataba de calmarla, le decía que todo saldría bien, trataba de ser fuerte por mi princesa pero no pude, Diana estaba bañada en sudor imagino su dolor, empezó a llorar, les decía hagan algo, no puedo aguantar las ganas de pujar, ustedes dejaran morir a mi bebé, una tras otra empezaron a salir mis lágrimas, apretaba mi mano con fuerza podía ver el miedo en sus ojos, a mitad de camino la ambulancia se detuvo, la enfermera angustiada le decía a la doctora que no alcanzaría a llegar, que estaba perdiendo mucho liquido, además las contracciones eran muy seguidas y más fuertes, pararon unos minutos para revisarla, la doctora revisó el corazón de mi bebé latía muy rápido, eso nos regresaba la calma, saber que mi bebé estaba ahí, estaba bien.
Cuando revisó a Diana la expresión de su rostro cambió, Diana estaba en 6, no entendían porque estaba dilatando tan rápido, la doctora le dijo al de la ambulancia que tenían que ir más rápido, sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, no quería perderlas a ninguna de las dos, cerré los ojos y dejé que las lágrimas rodaran, le imploraba a Dios que cuidara a mi reina y a mi pequeña princesa, que todo tenía que salir bien.
Narra Diana 💕
Los dolores me cruzaban a la parte baja de la espalda, ya no solo era el dolor de las contracciones también el dolor en mis caderas y en la columna, apretada los labios con fuerza para no gritar, estaba tranquila porque sentía mover a mi bebé, pero luego boté el último poco de líquido y no la sentí mover más, me puse como loca, les gritaba llorando, les suplicaba, que no dejaran morir a mi bebé, ya tenía los dolores de fuerza, era incontrolable no pujar, ellas aterradas me decían que no podía pujar que me aguantara, como rayos te piden algo así, ni siquiera Santi podía calmarme, podía ver el terror en su hermosos ojos nublados por las lágrimas, llorando con impotencia les pedía que no dejaran morir a mi hija, ya no la sentía mover, la sangre se me congeló, las contracciones eran más largas y fuertes, en ese momento solo me importaba la vida de mi pequeña, por fin llegamos a la clínica, llegue deshidratada el ginecólogo que me recibió me reviso, muy gruñón por cierto, dijo las primerizas son muy exageradas, cuando abrió sus ojos y dijo llévenla a sala pero ya.
Santi se quedó haciendo el ingreso, me subieron a piso cuando la doctora que venia conmigo a la velocidad de la luz le explicó mi situación, que tenían que hacerme una cesárea, le resumió la historia clínica en solo segundos, el ginecólogo muy amable, le dijo con una sonrisa tranquilas ustedes ya hicieron todo por traerla bien, ahora me encargo, hasta en ese momento yo creía que era cesárea, ingresaron a sala de parto conmigo me pasan a la camilla, me ponen medicamento porque llegue totalmente deshidratada, tenía la mano izquierda hinchada y me dolía la cabeza, en ese momento se me fueron los dolores no sentía nada, llega el doctor y me dice pon tus piernas aquí, abrí mis ojos como platos le dije que no era capaz, que mis piernas no tenían flexibilidad la izquierda podía ponerla ahí, pero la derecha no, con cara de angustia le digo que mi parto no puede ser normal, que tiene que ser cesárea, me responde con una sonrisa.
—Doctor: No podemos hacerte cesárea, el bebé esta en el canal de parto, de ahí no podemos sacarla, solo tu puedes.
—Diana: No —negaba con la cabeza, una lágrima se escapo de mis ojos —,no soy capaz, no puedo.
—Doctor: Diana tu puedes, o la sacas o la sacas — tomó mi mano la llevó en medio de mis piernas —,toca, siente, si no lo sacas tu bebé se puede morir.
Se tocaba la coronita de su cabecita, sentí miedo de no poder hacerlo, el doctor le explico a una de las enfermeras que sostuviera mi pierna derecha estirada, solo Dios sabe como hice, como fue posible, me dijo cuando sientas un dolor puja, sentí el dolor puje con todas mis fuerzas un grito acompañado de lagrimas porque el dolor en esa cadera era demasiado insoportable, en tres pujidos nació mi bebé, me la puso en el pecho solo unos segundos, me decía tócala siéntela es tuya, ves que si podías, hora del nacimiento 12:10 del medio día… la tocaba una tras otra salían mis lágrimas, estaba morada y no se movía, empecé a llorar y aterrada le pregunté porque no se movía, él solo sonrió la con su mano la movió y dijo es una perezosa solo esta dormida, cuando la sacudió lloró y esa fue la melodía más hermosa que habían escuchado mis oídos, solo pude verla unos segundos era perfecta tan pequeña tan hermosa, al instante se la llevaron, por unos minutos más y dejan morir a mi bebe, nació pasada de tiempo, se la llevaron y no sabía porqué, el doctor me decía que debían revisarla al fin era prematura, me organizaron y me pasaron a sala de recuperación, preguntaba por mi bebe nadie me dada razón, como no teníamos nada y todo fue tan rápido a mi bebé le pusieron ropa de niño, una pijamita amarilla, ahora tenía que esperar, a todas les traían a sus bebes menos a mí, solo me entregaron una foto, la primer foto de mi bebé, estaba vestida de amarillo, tan pequeña, mido 45 centímetros y peso 2486 gramos, los nervios de no saber que pasaba con ella me estaban matando.
Narra Santi 💕
Se la llevaron por esa puerta no me dejaron entrar con ella, me quedé haciendo el ingreso, le avise a Claudia, que vive aquí en la ciudad, Saúl también viajó, el traía una ropa de Diana, unas cosas para la bebé, al igual que mi padre que no se perdería esto por nada, hice el ingreso llegué hasta donde la tenían la doctora que venia con nosotros me dijo que estuviera tranquilo que ya estaba en sala, llegue hasta esa puerta donde hace 5 minutos la ingresaron, sentí una ansiedad una angustia que me cortaba la respiración, cuando salió una enfermera y me dice.
—¿Familiares de Diana?
—Santi: Soy su esposo ¿Cómo están?
—Tranquilo — Sonrió —,su bebé acaba de nacer y su esposa está bien.
Respiré aliviado, en ese momento me llegó el alma al cuerpo, me dice la enfermera la bebe esta en cuneros, esta siendo monitoreada como usted sabe es una bebé prematura, me dijo que si quería verla, por Dios sentí que el corazón se me queria salir, llegamos ahí habían cinco bebes, un niño, creo porque todas están de rosa y ese bebé tiene pijama amarilla, llega ella con una sonrisa y me señala una bebé que estaba a la izquierda, me dice esa es tu bebé, me acerco la miró y que Dios me perdone pero no sentí nada, era una bebé muy bonita, pero no sentí nada.