Cuando trazo en el lienzo, y tus ojos se apagan

"Hay amores que no están destinados a durar, pero sí a dejar cicatrices que se parecen a milagros."

Nadie supo cuándo comenzó.
Si fue en un trazo mal hecho de su adolescencia, en una tarde gris sin nombre, o en el temblor involuntario de sus dedos al mezclar los colores.
Solo sabía que ella aparecía. Siempre.
En los lienzos, en los sueños, en las paredes imaginarias de su soledad.
Sin nombre. Sin voz.
Como una promesa olvidada en otra vida.

Elías la pintó durante años.
A veces la encontraba entre flores que no existían, otras, envuelta en brumas dulces, con la mirada perdida en un horizonte que él nunca logró ver.
Ella era su secreto. Su refugio. Su condena.

No sabía que un día la encontraría.
Ni que el destino le mostraría que a veces la vida se parece demasiado a la muerte.