Detrás del silencio

La historia se centra en Josué Hernández, un joven de 16 años que, a pesar de su actitud siempre positiva y su reputación de ser el 'pana alegre', esconde un profundo dolor y una lucha interna. Su sonrisa es una máscara, una fachada tan bien construida que nadie sospecha lo que realmente siente. Ha aprendido a reprimir sus emociones y a callar su sufrimiento debido a la indiferencia de los demás y a frases como 'no tienes razones para estar mal' o 'deberías estar agradecido'. En la soledad de su habitación, Josué se enfrenta a su reflejo, cuestionándose hasta cuándo tendrá que fingir y si algún día alguien escuchará su verdadera respuesta. La reflexión final de la historia subraya que la fortaleza no reside en ocultar el dolor, sino en atreverse a decir 'no estoy bien.