La última mentira

Antonella Amaro dirige la editorial de su madre: fría, brillante, impenetrable. Nadie conoce a la mujer detrás de esa máscara, y ella se asegura de que así siga siendo.

Lorenzo Russo es un desastre encantador, un periodista insistente que aparece donde no lo invitan, sonríe cuando no debería y hace preguntas que nadie quiere responder. Pero su verdadera identidad es mucho más oscura.

Su choque es inevitable.

El odio nace en la entrada de la editorial —dos extraños que se niegan a moverse— y se convierte en una guerra personal: ella lo desprecia, él la detesta.

Lorenzo tiene una misión: acercarse a Antonella, investigarla, exponerla.

Antonella tiene un instinto impecable: algo en él no encaja.