Otoño para re-encontrarse

Definitivamente a mis 22 años mi vida no había sido fácil, desde que mamá enfermó comencé a trabajar en el mejor club de natación, tuve suerte que el encargado se apiadó de mi al darme trabajado cuando aún era menor de edad.
Siempre fui aficionada a la natación y actualmente la utilizaba como una liberación al estrés por escribir mi tesis para graduarme en psicología. Era la primera vez que me quedaba dormida e iba tarde y justo hoy se encontraba el dueño del club para realizar una inspección.
"(...) Tienes que competir contra Irina Krapova, si ganas, mantienes tu sueldo y lo triplico, sino estas fuera -no podía creerlo, tendría que competir contra una nadadora olímpica de renombre, yo, una simple nadadora aficionada, vaya mañana de mierda y aún no eran las siete y treinta de la mañana".