31 Dias

PROLOGO

Salgo de casa de mis padres, antes me burlaba de mi hermano porque no tenía casa y vivía a costa de ellos  a pesar de tener trabajo y poder mantenerse, pero bueno, ahora entiendo que es realmente genial vivir de tus padres y entiendo por completo a mi hermanito.

Camino hacia mi auto, tengo que ir a visitar a mi hermano y a mi cuñada, debo ir a casa de ella, pues mi hermano decidió ceder a Kendall y ahora vive con ella. De Amber no se nada desde que se fue, si sufrí y sigo sufriendo por no tenerla conmigo, pero sé que fue mejor para ambos y todo eso, pero confío en que volverá y ese si será el momento adecuado, al menos sigo creyendo eso y no quiero perder la fe ni la esperanza de ello. 

En mi auto, le marco a mi abogado, hoy se comienzan a tramitar las cosas del divorcio, pues ya es 20 de marzo, se cumple el año y un día desde que nos casamos, comienzan hoy los trámites porque ayer 19 era día domingo. Recuerdos de esa fecha rondan en mi cabeza y la sonrisa de idiota (como dice Mariano) hace acto de presencia. 

Llego a la casa donde tantas veces vine a buscar a Amber, aparco y camino con tranquilidad hasta la puerta, llamo y Mariano abre en cosa de segundos. Está tan blanco como un papel, me lleva a la sala donde Kendall camina tomándose el cabello con las manos.

–¿Qué pasó? – pregunto divertido.

–Estoy embarazada – dice Kendall y me muestra el test.

Esto también me preocupa. Es que no puede estar embarazada, mis padres y abuelas los van a querer matar si se llegan a enterar de que está en cinta antes de haberse casado. Bueno, es realidad ya están comprometidos, pero planeaban su boda para navidad, es decir, faltan muchos meses para ese momento.

—Tienen que adelantar la boda — insisto.

—Ya sabemos.

—¿Qué esperan?

—Quiero que Amber sea mi dama de honor, quería que pasara agua bajo el puente. Siquiera que salgan de esto del divorcio.

Mi celular suena y se trata de mi abogado, obviamente contesto mientras que Kendall mira el test una y otra vez. 

—Hola Connor.

Señor Mancusso, junto a su secretaria acabamos de salir del juzgado. No son buenas noticias, Señor.

—Dime qué pasó. 

La señorita Keneddy no quiere el dinero de la herencia.

—¿Cúal es el problema de eso? Está en todo su derecho a rechazarlo y ya nos esperábamos algo así.

No. El juez nos dijo que de ser así se incumple una de las cláusulas y adiós a la herencia.

—¿Qué? Eso es imposible. Conozco a Amber, no va a querer nada, hay que encontrar alguna solución. No sé, tratar de llegar a un acuerdo con su abogado, ya sé que ella no quiere saber nada de esto.

Bien, voy a solicitar una cita con su abogada.

—Bien, recuerda que Christine siempre esté presente.

Sí Señor.

Una idea pasa por mi cabeza, se que esto que planeo en segundos puede ser algo que tal vez acabe con mi cordura, pero debo admitir que ya estoy loco por ver a Amber, y si antes sabía que en Navidad la vería por la boda de mi hermano, entonces ahora la veré antes de tiempo.

—Bien. ¿Cuántos meses tienes?

—Cinco semanas.

—Bien, tenemos 32 días para realizar tu boda.

—¿Por qué?

—Porque mi divorcio con tu mejor amiga se termina en 31 días. Necesitamos el divorcio antes de tu matrimonio, así como también necesitamos que tu boda sea lo antes posible y en un día Sábado como es de costumbre.

—¿No estás maquinando ningún plan extraño? —. pregunta Mariano.

—No, sólo trato de resolver todo los problemas que hay entre manos. Llama a Amber y dile, tendremos que trabajar juntos para tener todo a tiempo.

—Sólo promete que te vas a comportar.

—Claro.

—Ale, por favor.

—Kenny, confía en mí, no va a pasar nada malo.

Estoy presente para cuando llama a la chica, quien maldijo repetidas veces en mi contra, pues su abogada ya le mencionó todo lo que le dijo el juez y los problemas que tenemos. Cuando Kendall le menciona la boda adelantada por su prematuro embarazo, la chica celebra hasta que Ken le menciona que tendrá que trabajar conmigo porque yo estoy a cargo de todo.

—Amber, solo hazlo por mí, él prometió que se va a comportar y que no hará nada. Te va a dar tu espacio. Por favor, ya no sé qué más hacer…Gracias…Mañana, Iré por ti al aeropuerto…Te amo.

Sonrío con suficiencia. A partir de hoy tengo treinta y un días, treinta y un días donde debo dar lo mejor de mi para volver a enamorar a Amber y evitar que firme el divorcio, lo único que quiero es pasar mi vida con ella y espero que ella quiera lo mismo, de lo contrario, el amor es una mierda.

—Gracias Ale.

—Descuida, lo que sea por ustedes. 

Abrazo a los dos y les agradezco en silencio, me van a traer de regreso a la chica de mi vida, a quien complementa mi alma. Así como tiene el poder de restaurar mi corazón, también lo puede destruir y ella es la única que puede lograr eso.

 




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