31 Dias

CAPITULO 1

💜DIA 1💜

 

Maldito Alessandro Mancusso, lo odio. Espero a que el avión aterrice, no he dormido nada y el viaje es largo. Tengo tanto sueño que me puedo dormir de pie. La niña que va a mi lado, se inclina y mira las fotos que voy viendo en mi celular.

—Es muy guapo ¿Es tu novio?

—Por desgracia es mi esposo —digo con pesar, pues tengo un mes para divorciarme.

—Pero no llevas los anillos.

—Nos estamos divorciando —explico mientras ella mira mis manos.

—¿Por qué? Si se nota que se aman —esta niña es muy tierna y muy ingenua.

—No. A veces las cosas son más difíciles, no todo es amor o desamor.

—Yo si lo entiendo, mis padres son divorciados y ellos no se amaban, en tu mirada se ve todo —dice con tranquilidad, al parecer no es tan ingenua— Mi papá me está esperando en Los Ángeles.

No digo nada, solo sigo revisando la galería de Imágenes en mi celular. Veo una foto donde estamos ambos, es de cuando nos despedíamos en los aeropuertos, cuando tuve que ir a Miami y él no me pudo acompañar por trabajo. 

—Se ven muy bien juntos.

Ignoro a la niña y salgo de ahí, me voy a Instagram y reviso su perfil para que ella lo conozca. Me sonríe y asiente con la cabeza.

—Mi papá dice que él es una de las mejores personas del mundo —se nota que quiere a su padre, por cómo sonríe. 

¡Un Momento!

—¿Tu padre lo conoce? —inquiero con confusión.

—Sí, mi papá es su abogado —asiente con la cabeza y mira mi celular.

—¿De verdad?

—Sí y mi madrastra también trabaja para él —pobre niña, el divorcio de sus padres y una madrastra, además de tener que viajar.

—¿Te obligaron a venir en el mismo avión para que me digas todo esto? —ya estoy sospechando que Ale pudo estar detrás de esto.

—No. Mi mamá es argentina y mi papá es de acá. Fue coincidencia, tal vez el destino te está diciendo que no te divorcies —murmura con una sonrisa sincera, mientras se señala.

—Tu no eres el destino —exclamo y ella hace una mueca.

—Tal vez, pero tu no lo viste llorar cuando te fuiste.

—¿Tú sí? —inquiero con ironía, él no lloró.

—Sí. Papá hace que Christine me lleve a la oficina cuando él tiene que ir al tribunal de justicia.

—Christine y el abogado de Alessandro son novios —no puedo creer eso, tal vez Alessandro no lo sabe.

—Llevan 7 años juntos. No se casan porque papá dijo que son muchos papeles tramitar un divorcio y Christine no quiere un divorcio porque ella sufrió mucho cuando sus padres se separaron, ella me entiende.

—Niña, eres un caso.

—No soy una niña, tengo 12 años —juraba que era menor.

—¿Qué edad tiene tu padre? 

—32.

Seguimos hablando hasta que el avión aterriza, una de las azafatas la busca y se la lleva con ella. Me despido de la niña y busco mi maleta de mano, mi cartera y salgo junto con las demás personas. Salgo del avión y voy a buscar mis dos maletas grandes, tuve que pagar de más para poder traer todas mis cosas.

Salen las maletas de todos y las mías no aparecen, se van todos y mis maletas aún no llegan. Me desespero y voy a las oficinas, no están mis maletas. Me reuno con Kendall pero ni siquiera la puedo saludar bien, mis cosas no están.

—Hola, mis maletas no salieron por la cinta.

—¿Me puede indicar el papel del cargo de las maletas? —pregunta el chico totalmente desinteresado.

Le paso el papel y mi identificación, él recibe todo y comienza a teclear en su computadora, durante el proceso comienza a hablar con una chica que atiende a su lado. Kendall revisa su celular y responde a una llamada.

—Hola Christine…muy bien, gracias…muchas gracias, linda…¿De verdad? ¿A qué hora?...perfecto, muchas gracias…Dile a Ale que le ayude a Mariano con el traje, el idiota quería casarse desnudo…Gracias Chris.

Corta la llamada y todavía no me dicen nada por mis maletas, insisto nuevamente y luego me dicen que “hemos perdido el curso de sus maletas, pero las buscaremos y se las podemos hacer llegar a su casa a penas las encontremos, pero si quiere puede llamar todos los días para estar al tanto”. 

—Amby, ya no se puede hacer nada. Pero no te preocupes que se pueden encontrar. Ahora vamos a tomar desayuno, Mariano nos está esperando en el auto.

—Bien. ¿Cómo has estado?

—Bien, fuimos a la ginecóloga y estoy embarazada, hubiese sido la más feliz si me hubiese dicho que el test me dio un falso positivo, pero no.

—¿Pero te has sentido bien?

—Sí, pero me dan muchas ganas de orinar muy seguido y también me mareo demasiado, pero nada más.

Llegamos al auto y Mariano está esperando fuera de él, lo abrazo y él me da vueltas. Me llevo muy bien con el novio de mi mejor amiga, eso es bueno. Nos lleva a una cafetería para poder desayunar y sólo nos acompaña mientras que nos ponemos al tanto de todo, pues ellos ya desayunaron, pero Kendall quería comer nuevamente.

—¿Cómo va todo con el trabajo?

—Vicky y Karol están en New York con un evento y yo mañana debo ir a un cumpleaños —dice Kendall.

Terminamos de desayunar y pago la cuenta, vamos saliendo de la cafetería cuando a mi amiga le dan ganas de hacer pis, vuelve a entrar al lugar y con Mariano nos vamos al auto, sube en los asientos traseros y yo en el asiento del chofer.

—¿No vas a preguntar por mi hermano? —pregunta relajado.

—No, pero ¿Él se ofreció a organizar todo o ustedes se lo pidieron?

—Todo plan de él —sonrío, mis suposiciones resultaron ciertas. 

—Bien, si vas a hablar con él dile que por muy bueno que sea lo que haya tramado, que se olvide de que voy a volver con él, y que admita que firmaré ese divorcio como sea.

—Mi bebé va a hacer que algún día me orine en los pantalones —dice mi amiga apenas sube al auto.

—¿Me puedes dejar en MDV? Tengo que ir con Ale por mi traje y para saber dónde nos vamos a casar.




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