31 Dias

CAPITULO 2

💜DÍA 2💜 

 

Miro los anillos sobre mi tocador, los dejé ahí anoche. Miro por la ventana y veo que está nublado, voy al baño para ducharme, hoy voy a trabajar si quiera por medio día. Para el almuerzo iremos a uno de los tantos restaurantes de Sam, hoy se tiene que hacer la lista de los platillos que Mariano y Kendall quieren tener para el día de su boda. En realidad con lo que leí en la carpeta ahora no tengo ni ganas de discutirle a Alessandro, tiene todo planificado incluso con fechas, hay anotaciones hechas a mano, se nota que ha trabajado bastante.

Me termino de duchar y decido usar un jeans negro, un sueter rosa y botines de tacon de madera negros y ato los cordones. Busco mi cartera rosada y guardo todas mis cosas ahí. Me maquillo haciendo un delineado de gato al estilo de Ariana Grande, ella es un ícono para mi.

Suena mi celular y de inmediato voy a contestar, mientras me preparo un café.

—Hola mamá.

Cariño, por instagram nos enteramos que has vuelto al país, que estás en L.A ¿Planeabas decirnos o querías que tu padre se enterara por sus contactos?

—Lo lamento mamá, me había olvidado de decirles. Si quieres hoy por la tarde los puedo ir a visitar y

¿Estás con Alessandro nuevamente? 

Pero Janine.

—Ya sabía yo que papá era Instagram. No he vuelto con Alessandro, de hecho, estamos tramitando el divorcio. 

Pero ayer estuvieron juntos su desilusión en la voz es obvia.

—Buscábamos un vestido de novia para Kendall, mamá.

Bueno, igual puedes venir a la tarde. No te he visto en mucho tiempo y facetime no es lo mismo que verte en persona.

—Bueno, los amo.

Corto la llamada y me sirvo mi taza de café matutina. Miro redes sociales e igual hay fotos de nosotros ayer, con Mariano en la cafetería y luego cuando estábamos en la tienda de vestidos de novia. Hay muchas noticias y todas falsas, por desgracia. 

Suena la alarma y me voy a la oficina, abro las rejas que se instalaron por protección. Por desgracia voy a estar sola, reviso mi computadora y la imagen de fondo es una donde aparecemos Alessandro y yo, es que yo estaba o muy enamorada o muy loca, no entiendo cómo lo podía tener en todos lados y ahora hasta en la sopa me aparece.

Le escribo a Kendall que ya estoy trabajando, ella me dice que está desayunando con sus suegros. Sonrío por lo feliz que se ve en la foto que publica en redes sociales. 

—Hola ¿Alguien me puede atender?

—Jack —grito y se sobresalta, pero sonríe.

—Oye no grites, mi hijo se puede asustar. 

Me levanto y lo voy a abrazar, me abraza y escucho a mi sobrino balbucear hasta que dice “papá”. Me acerco a la carriola y me agacho para verlo, estira sus bracitos y le quito las correas de seguridad.

—Mi ahijado tan hermoso —lo tomo en brazos y beso sus mejillas.

—¿Me puedes creer que Ale le tiene mi closet lleno de ropa? 

Me quedo en silencio, mi hermano sabe que todo es incómodo, sobre todo porque Ale sigue siendo y será el padrino de Adam así cómo yo soy su madrina. No digo nada y solo juego con el pequeño que ahora adora caminar, lo dejo en el suelo y tomo sus manitos para avanzar por la oficina.

—La oficina de Ale tiene protección para niños en todos lados.

—Ya entendí, Jack. Ale ha seguido viendo a Adam a pesar de que yo no estaba —miro a mi hermano resignada a que me van a hablar de mi ex cada que puedan.

—Es que no entiendo porqué no volviste —murmura cansado.

—Jack, no quiero hablar de eso.

—Algún día tendrás que hacerlo —dice intranquilo mientras juego con mi sobrino.

—Jack

—No —suelta de inmediato casi ofendido— en la casa te van a interrogar muchísimo, Katia con Theo llegan hoy a la media tarde y no se van a cansar, la vas a pasar peor que conmigo. Te estoy ayudando, Amber.

—¿Cuando maduraste tanto? —le pregunto entrecerrando los ojos y él sonríe mirando a su hijo.

—Mi bebé ayudó.

—¿Vas a estudiar?

—Sí, ya lo decidí. Margot también va a estudiar así que vamos a vivir en la residencia del campus para tener a Adam en la guardería de ahí mismo —dice sonriendo.

—Pero ¿Yo lo puedo ir a ver?

—Sí. No te has librado ¿Por qué no volviste? —pregunta nuevamente.

—Tenía miedo.

—¿Miedo de qué?

—De que Ale no me hubiese perdonado, de que me rechazara —siento el nudo en la garganta.

—Pero Amber. Si Ale te buscó por cielo, mar y tierra hasta que nosotros supimos que no regresarías y le dijimos que se diera por vencido, porque se estaba olvidando de su trabajo y trataba mal a todo el mundo, como si los culpara de que tú te hubieses marchado.

»Al final sus padres le abrieron los ojos y le recordaron que era su culpa, de ahí todos comenzaron a excusar el porqué te marchaste y se dio por vencido, pero le daban ataques de ansiedad y todavía sigue teniendo demasiadas pesadillas.

—Por favor, si vas a hacer que me sienta más culpable de lo que ya me siento, entonces por favor, vete —digo tratando de retener las lágrimas— no me digas eso cuando en sus redes sociales hacía como si nada pasaba.

—Mariano le controló sus redes sociales para que no te buscara —dice mientras le entrego a su hijo para indicarle que realmente quiero que se vaya—. Pero no lo quieres escuchar.

Toma en brazos a Adam, resignado le quita los seguros a la carriola y se dirige a la puerta.

—Espero resistas los interrogatorios en la tarde.

Se va y cruzó los brazos por sobre mi pecho para darme calor y fuerza. Suena el teléfono fijo de la oficina, atiendo rápidamente y se trataba de Karol.

Que bueno que hayas regresado. Envíamos unas facturas de algo que nos llegó acá y que nosotras no pedimos. Puede que sea de Kendall o solo se equivocaron pero está a nombre del negocio.




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