CAPITULO 3

💜DÍA 3💜

—Amber, despierta.

Abro los ojos y veo a Kendall demasiado preocupada, aunque no entiendo qué hace despierta a esta hora. Me levanto y ella me lleva de la mano hasta la sala, donde ya tiene la televisión encendida.

"Luego de tantos meses ocultándose de nosotros, por fin ahora los pudimos ver. Tal parece que es el hermano menor quien los ha hecho salir a la calle. Pues cada uno llegó en su vehículo y la pareja Mancusso menor, han llegado con Alessandro a uno de los Restaurantes que más frecuentan. De igual manera hay que agradecerle a Mariano por habernos regalado imágenes de su hermano y cuñada, quienes se siguen cuidando de las cámaras y viven su relación puertas adentro".

—Así en todos los canales de televisión —dice Kendall.

—Le voy a pedir que pare todo esto. Él puede hacerlo.

—Puede ser, porque se están volviendo locos.

Subo a mi habitación y me voy a dar una ducha. Busco algo de ropa para hoy, tengo la reunión con mi abogada, pues necesitamos resolver unos temas de aquellos contratos mal hechos, que nos jodieron unos dos proyectos con algunas personas importantes. Además tenemos algunas reuniones con unos fotógrafos para la boda de Kendall y Mariano, por desgracia iremos solamente Alessandro y yo, porque los chicos tienen que trabajar. 

Salgo de la ducha y me seco de inmediato el cabello mientras que estoy con la mascarilla facial. Me visto con una falda tubo de color rosa pastel y una blusa blanca, tacones blancos elegantes y mi bolso color crema. Me ato el cabello en un rodete porque así no me molesta durante el día, ya que hoy será caluroso. Complemento con algunos aretes y anillos que antes no acostumbraba llevar.

Bajo las escaleras revisando redes sociales, las cuentas de fans de Alessandro tienen fotos nuestras y crean rumores de que nuestra relación no se ve cómo antes y son los que más se acercan a la realidad diciendo que no se nos ve ni felices, ni cómodos con el otro.

—Las cosas están difíciles, Amber.

—Pues entonces hay que desmentir esto y dar a conocer tu matrimonio y que por eso recién se nos vio juntos nuevamente —alego y Mariano aparece desde la cocina.

—Amber tiene razón.

—Sí.

—Bien, voy a hablar con Ale para ver si él puede hacer algo con los canales de televisión —digo tranquila revisando la hora.

—¿Tu vas a hablar con mi hermano?

—Me guste o no, tengo que trabajar con él. Además somos adultos y podemos ser civilizados —digo lo más seria y tratando de estar tranquila.

—Bien.

—Escúchenme, si algo sale mal durante estos días, cancelo mi matrimonio por el bien de ustedes. Me daría exactamente lo mismo que las abuelas digan de mí.

—Kendall, tranquila. Cariño, jamás piensas con cordura.

Desayunamos mientras me pongo de acuerdo con Maya, pues tenemos que encontrarnos en un lugar que sea seguro los paparazzis no me puedan encontrar. Kendall y Mariano se van, termino de ordenar todo para luego salir sin preocupaciones.

Salgo llevando todas mis cosas, me voy en mi Z4 porque hace mucho que no conducía mi preciosura. Conduzco viendo constantemente el auto que va detrás mío, pues esto de los paparazzis me vuelven loca. Llego donde le dije a Maya que la vería, es una cafetería a la que venía con Alessandro, es bastante acogedora y tiene muy buenos recuerdos.

Bajo del auto y camino a la entrada de la cafetería mientras que voy revisando los mensajes de WhatsApp, voy al contacto de Alessandro y me aparece en línea.

Tarde me doy cuenta de que aún sigo teniendolo agregado de la misma manera que cuando estábamos juntos. Lo dejo pasar y decido escribirle.

*

Mimor😍  

Hola, Ale. 

¿Nos podemos juntar unos 20 minutos antes de lo acordado?

Amber, claro.

¿En el mismo lugar que acordamos?

Sí.

Gracias.

Es por trabajo, me comprometí a ayudar a mi hermano

*

Suspiro y sigo caminando, entro a la cafetería y busco una mesa, miro la que usábamos con Alessandro y hay una pareja de chicos. Maya llega luego de unos minutos, nos saludamos y se sienta frente a mí, pide un café mientras que yo pruebo un capuccino.

—¿Cómo va todo con lo del divorcio?

—Estoy buscando maneras de anular las cláusulas por tu propio bien —dice haciendo una mueca— veo muy difícil librarnos de ello.

—Pero si sólo quiero dejarlos, no quiero nada. Además es obvio que Alessandro sabrá que yo no quiero nada, es imposible que la justicia nos niegue algo que ambos estamos dispuestos a firmar.

—Pero es que no es tan simple, las cláusulas no las pueden romper, bien tú podrías firmar, pero a Alessandro le quitarían todo y al final sería en vano todo el tiempo que llevan casados y lo que compartieron —insiste nuevamente.

—Bien. Respecto al trabajo, cometiste unos errores en los contratos y no nos benefició todo lo que habíamos pensado.

—Lo sé, confundí los nombres con los que trataban, pero a penas me dijiste, me puse en contacto con los respectivos abogados y tengo una reunión con ellos el día lunes —me tiende los contratos.

—¿Estos son los nuevos? —asiente con la cabeza mientras se sirve su pedido.

Los reviso y a ella le entra una llamada desconocida, contesta y me mira casi maldiciendo en mi nombre, pero me concentro en los papeles que son importantes.

—Mi clienta no está interesada en ningún programa televisivo que la invite por motivos personales, pero muchas gracias.

Corta la llamada y me explica que era lo que estaba pasando. Niego con la cabeza y por suerte ya voy a hablar con Alessandro que es el único que me puede alejar de la prensa interesada en la vida privada. Lo bueno de toda esta mala prensa es que puedo promocionar mi trabajo por medio de las redes sociales donde me siguen más personas.