Resignación
Fue más difícil de lo que pensé ver a los padres de Mars, sobre todo a su mamá, quien al verme se arrojó a mis brazos de forma desconsolada. La culpa me consumía, el saber que yo no fui capaz de mantenerlo con vida era algo que me impedía ver a sus padres a los ojos. Jess debió de haberlo notado, se acercó a la madre de Mars y la distrajo contando pequeños detalles de lo ocurrido. Al saber por qué Mars había recibido una bala que iba en dirección a Jess, hizo sonreír a la Sra. Morgan, asegurando que ahora entendía todo, que era de esperarse de Mars hacer tal cosa. Tanto como el Sr. y la Sra., se complacieron ante aquello, pensando, seguramente, que, a pesar de todo, siguió siendo él hasta el final.
Jess bajó su cabeza avergonzada, probablemente porque ella es consciente de que sus padres sabían a la perfección del afecto que sentía Mars hacia ella. Los padres de Mars debieron también de haberlo notado, puesto a que cambiaron de tema con rapidez.
Unas horas después, cuando ya toda la familia estaba reunida, algunos lloraban, otros estaban en shock, y por supuesto no podían faltar los que estaban allí por compromiso. Me aparté un poco sintiéndome un poco raro, la Sra. Morgan de acercó a mí con una taza de café, me informó que tenían todo listo para el funeral y que Jess iba a escoger con ella la ropa que llevaría Mars en la urna. Aquello me llenó los ojos de lágrimas.
Cuando pensé que ya tenía el llanto contenido, la mamá de Mars dijo algo que me tomó desprevenido.
── Sé que te estás culpando, al igual que Jess. Pero fue mi hijo el que decidió dar su vida y proteger lo que ama, tu sabes que él era así, Derek. Ponía su seguridad en riesgo y no le importaba hacer el ridículo para proteger lo que ama.
── Sra. Morgan yo...
Ella sacude su cabeza, interrumpiéndome.
── Sé que intentaste salvarlo, es algo que siempre te voy a agradecer. Me alegro que tú estés bien.
Ella me sonrió con cariño mientras sus lágrimas caían, y luego se marchó.
¿Estar bien? ¿Cómo puedo estar bien? Ni siquiera merezco estar bien, todos los errores de mi vida se están cobrando de una forma tan desgarradora que no creo poder soportarlo.
Ya de regreso en la casa, me encontraba en mi habitación acostado viendo el techo de tal forma, que en mi vista aparecían ciertas figuras extrañas típicas de cuando te quedas mirando fijamente algo.
Jess se encontraba en la habitación de invitados en donde permanecerá mientras arreglan un poco su apartamento, y para asegurarnos que no podrán volver a intentar llevársela, a pesar de que ya tienen a Omar bajo arresto, debemos ser precavidos para que ella esté bien. No la dejé sola hasta que se quedó completamente dormida, cosa que costó, cada vez que ella cerraba los ojos, sus recuerdos la atormentaban.
Intentaron abusar de ella, y de forma sorprendente que ella no entiende, no lograron hacerlo. En cuanto me lo dijo, yo lo comprendí de inmediato, no es difícil adivinar que ella simplemente no se dejó tocar, fue fuerte y valiente hasta el final y la admiré por completo por ello. Estuve presente cuando sus padres la llamaron y, lejos de preocuparse, le recriminaron que ella ya no encontraba una forma de tener su atención.
Ella al escuchar eso, sólo suspiró y colgó sin despedirse.
Veo el reloj sólo para comprobar que son las dos de la madrugada y no tengo ni una pizca de sueño, cosa que me resulta desesperante.
Me incorporo un poco y abro el cajón de la mesa de noche que se encuentra a mi izquierda, no hace falta mirar, mis dedos encuentran con rapidez aquella caja que nunca terminé de usar de cigarrillos. Cuando estoy a punto de sacarlos, sacudo mi cabeza y la cierro de golpe, no me voy a permitir caer de nuevo en esa ansiedad.
Suspirando, cierro el cajón. Salgo de la habitación en dirección a la cocina, donde tomo una botella de Whisky sin destapar.
¿En serio el alcohol es mejor que la nicotina? Soy un estúpido.
Aun así, subo de nuevo a mi habitación con la botella en mano, me siento en el balcón que queda fuera de mi habitación y comienzo a beber directamente de la botella sintiéndome completamente vacío. Vale, ya tenemos a Omar y a Luis, y a pesar de que Jenna está desaparecida, se le encontrará con el tiempo.
Pero fue tal y como dijo mi padre, todo eso se cumplió a un costo demasiado alto, primero Edd, había muerto para protegerme y lograr que yo pudiera encontrar a los padres de Alexandra, y ahora Mars había dado su vida sin pensarlo para proteger a Jess cuando esa era mi responsabilidad. No digo que nada de esto no valió la pena, al contrario, jamás he estado más tranquilo en sólo pensar que ahora esas personas no le harán a más nadie lo que le hicieron a Alexandra, a Jess o a mi madre.
En cuanto pienso en mi madre, recuerdo como me ha estado evitando, aquello me hace sentir peor.
El amanecer me pilló de sorpresa, no creí que el tiempo pasaría tan rápido frente a mis ojos, y cuando veo con atención la botella ya estaba por la mitad. Sacudí mi cabeza con disgusto a mí mismo, me levanto para comprobar que me he pasado de tragos y que me cuesta mantenerme de pie, aun así, sigo mi camino para ir al baño y darme una ducha que quite algo de alcohol en mi sistema.
No puedo asegurar que el agua fría haya funcionado, pero hay una clara diferencia de cuando entré al baño, puedo caminar con menos dificultad y distinguir mi alrededor con más claridad. Me pongo unos pantalones de pijama y una simple camiseta, cuando por fin me acuesto puedo sentir que el sueño me comienza a invadir.
Y tocan la puerta.
Gruño recordando que no es la primera vez que esto me pasa, podría fingir que estoy durmiendo y no decir nada, pero antes de tomar alguna decisión, abren la puerta sin mi permiso. Mi molestia se disipa al ver que se trata de Jess.
── Te ves fatal. ──Dice ella, sentándose a mi lado.
Editado: 04.01.2025