Capítulo 5

—Lo siento —Philippa se deja caer en el sillón, Piers tenía una copa en su mano, vivía en un elegante edificio, su piso era de los últimos, tenía una vista espectacular de ciudad El Sol, en la sala que se encontraban la pared de enfrente era de vidrio. 

—¿Por llorar toda la tarde? —ella sube sus piernas y apoya su barbilla en sus rodillas, vestia una pijama rosa.

—Si —ambos no se miraban, contemplaban el paisaje, ya era de noche, llegaron al piso de Piers, él le mostró su habitación y ella se derrumbó en la cama a llorar hasta que se quedó dormida.

—No te preocupes —dio un sorbo a su bebida —He pedido algo para cenar, debe estar por llegar.

—Gracias —murmura.

Ambos se quedaron en silencio por un rato, al sonar el comunicador, él se levantó. Philippa se preguntó ¿quién era la mujer que estaba con Thanos?

—Vamos a comer —ella asiente y se levanta para dirigirse a la mesa, sonrió al ver comida china, no era muy amante de ella, pero no diría nada, Piers la estaba alimentando.

Ella notó su mirada triste, hasta el momento, él no le había hablado mucho de su vida, cenaron en silencio, al terminar, ella recogió la mesa y llevó los platos al fregadero.

—Déjalos, mañana los lavará la señora que cuida mi casa.

Philippa sonrió apenada, era consciente que él sabía que no sabía cocinar y que nunca había lavado un plato en su vida.

Ambos quedaron en silencio al escuchar la cerradura del apartamento de Piers, ella lo miró desconcertada, había asumido que vivía solo.

—Llegaste al fin—escucha una voz masculina detrás de ellos, se gira y mira a la versión de Piers, pero como cinco años mayor.

—Lorens, olvidaste tocar —el hombre se encoge de hombros, su mirada oscura se detiene en Philippa.

—¿Quién es? —mete su mano en el interior de su saco y saca dinero —No importa, déjanos solos, puedes irte —extiende el dinero a Philippa.

—¿Qué rayos haces? —truena Piers.

—¡Debemos hablar! Le estoy dando dinero para el taxi.

Philippa que por naturaleza era timida, dio un paso atrás, sus ojos se dirigían de Piers al hermano.

—¡Hablaremos mañana! ¡Vete de mi casa! —desde que conocía a Piers era la primera vez que lo veía molesto.

—Es importante Piers, tu conquista de una noche, puede volver mañana —Philippa frunce el ceño molesta al ver que el hombre saca más dinero —Disculpa querida, pero es importante.

—¡Dije mañana! —Lorens mira a Philippa de la cabeza a los pies con arrogancia y luego a su hermano.

—Olvidas quién da las órdenes aquí —Piers frunce el ceño furioso —Perdiste la oportunidad del dinero putita —Philippa abre más los ojos y sin pensarlo le dio una fuerte cachetada.

—¡Maldito egocéntrico! —Lorens levanta la mano para golpearla, pero Piers sujeta su mano con fuerza.

—La tocas y tu negocio con los Cobham se viene abajo, la familia Cobham no te perdonará que toques a su princesa.

Lorens abre más los ojos por la sorpresa, se suelta del agarre de su hermano y luego la mira bien, ella jamás había golpeado a alguien, sentía que le dolía la mano, pero no lo demostró, levanto su barbilla.

—¿Tú con una Cobham? —sonríe llenó de burla —Seria una gran novedad.

—Piers, debiste decirme que vivías con esta persona horrible, me iré a casa.

—¿Horrible? —el hermano de Piers le dedica una sonrisa encantadora —Lamento la confusión, pero mi hermano últimamente ha traído sólo mujeres de la calle.

Philippa rueda los ojos.

—¿Qué quieres Lorens?

Ella sale de la cocina y rápidamente se dirige a la habitación, pero logró escuchar. 

—Debes aceptar que Annabella no era para ti, se que estás resentido porque me eligió a mi, pero no olvides que es tu deber asistir a mi boda.

Philippa se había quedado detenida, entendió la hostilidad entre ambos hermanos, era por el amor de una mujer, entra a la habitación y se sienta en la cama, ambos estaban sufriendo por un amor no correspondido.

*****

—Eres muy bonita —Spencer le sonríe a la joven, Thanos la había llevado a Ciudad Dorada, la casa de sus padres era bellísima, Cecily Danet cada rincón que veía le encantaba, sintió envidia por el lugar en donde Thanos había crecido, ni comparado donde lo hizo ella, en el horrible orfanato, donde nunca tuvo ropa nueva, todo lo iba heredando de las otras niñas.

—Gracias Señor y Señora Cobham por su hospitalidad —la voz de Cecily era dulce, daba la impresión de un bello ángel caído del cielo, a los padres de Thanos le había caído muy bien la muchacha, pero en el fondo la madre de Thanos, había querido la unión de su hijo y Philippa, su sobrina amaba profunda y sinceramente a su hijo, pero sabía que su hijo no la amaba, la rechazaba y su esperanza se terminaba al ver a la bonita joven de cabellos negros.

*****

Thanos acompaña a Cecily Danet a la habitación, ese día se quedaría en Ciudad Dorada.

—Se que es una locura, tu casa es extremadamente limpia—ella baja la mirada con timidez —Pero ¿puedes revisar bajo la cama y sus alrededores? 

Él sonríe y lleva su mano a su mejilla.

—Estás a salvo pequeña, aquí no hay cucarachas, pero para que te sientas segura, revisaré.

Él entra a la habitación, Cecily Danet esta sorprendida por la belleza del lugar, pero lo que quería era estar a solas con él, cuando lo ve incorporarse ella se le acerca.

—Gracias, te has ganado un premio —se coloca de puntillas y atrae la cabeza de Thanos para darle un beso, él mueve la cabeza y se lo da en la mejilla —¿Qué pasa?

—No te preocupes, sabes lo mucho que te respeto, aún eres muy joven.

—No —murmura ella —Ya estoy lista para que nuestra relación avance, en todos estos años, solo me has tomado de la mano, yo... deseo mi primer beso, nos vamos a casar, no le veo nada malo.

Él se aparta de ella.

—Voy a dormir, descansa Cecily Danet.

Ella lo mira marcharse, cuando está fuera de su vista, ella vuelve sus manos un puño, su hermoso y dulce rostro se vuelve en uno lleno de furia, estaba harta de que Thanos la viera como alguien frágil y puro, deseaba que le hiciera el amor, que la besara, después de todo ella sería su esposa, frunce el ceño, ¿esto tendría algo que ver con la tal Philippa? Debía conocer a esa perra roba novios, y le daría su merecido.