Hola, chico lindo.

Hola chico lindo, has vuelto. Estás ahí, sentado justo en ese lugar al final junto a la ventana. Creo que te gusta ese lugar. Es tranquilo y puedes leer a gusto ahí. Casi siempre lees chico lindo, pensaría que solo quieres lucir inteligente pero lees y tomas apuntes así que definitivamente no solo eres lindo. A veces te distraes y ves los autos pasar, a veces te atrapo viendo hacia aquí y quiero esconderme pero luego recuerdo que debo tomar tu orden entonces solo camino hacia a ti y pregunto si hay algo que pueda ofrecerte. Tú sonríes y hablas. Suena tan suave, tu voz. Te imagino leyendo en voz alta justo ahora y sonrió. Suenas bien chico lindo, quisiera hacerte más preguntas solo para escucharte por más tiempo. Cuando suenas particularmente feliz, quisiera preguntarte que de bueno te ocurrió, cuando suenas un poco apagado solo quisiera decirte que todo va a mejorar. Apareces aquí casi siempre al finalizar la tarde, cargado de libros y apuntes y te ves tan cansado que quisiera regalarte lo que sea que vayas a ordenar, pero solo soy un camarero y no puedo hacer eso.

He tomado tu pedido casi por tres meses, pero no es hasta que llega ese nuevo sujeto que sé tu nombre. Él es risueño y algo extraño, tiene ojos enormes de cachorro asustado y una sonrisa tan grande que me asusta un poco, no me juzgues, el solo corre hacia ti con tanto entusiasmo que tengo que hacerme a un lado, eres un cliente y es su primer día aquí así que el solo te ve y no puede evitar chillar un poco con demasiada alegría cuando te pregunta cómo está el clima allá afuera, tus ojitos café brillan cuando respondes sonriente y ríes por algún chiste bobo y entonces quiero empujar al nuevo y decirle que eres MI cliente, pero lo cierto es que no es cierto.

Y lo confirmo, no me agrada Kim TaeHyung. En menos de tres días, incluso es tu amigo. Y ahora vienes mucho más tarde, cuando el lugar esta vació solo para que él pueda sentarse contigo y acompañarte mientras lees. Platican, y yo observo. Disimuladamente, claro. A veces incluso haces los libros a un lado y te oigo reír tan fuerte, lanzando tu cuerpo hacia el hombro del castaño y debo salir de aquí y fumar algo Park JiMin porque no se en que momento ha pasado, pero no puedo dejar de pensar en ti.

Debo de estar haciendo algo mal, sobre ser disimulado. Porque SeokJin lo nota, no me sorprende tanto como cualquiera hubiese pensado. SeokJin lo nota todo, aun no entiendo como lo hace pero nada parece escapársele.

"Podrías hacer un lago con la baba que se te cae cuando ese niño bonito entra aquí" dice riendo. Y yo sé que se está riendo de mí. El ríe mientras termina de arreglar la espuma sobre tu latte. Lo veo trabajar y solo me encojo de hombros. SeokJin es mayor, no me gusta faltarle el respeto. "Anda ya, háblale. Lo he atrapado mirándote." Y es momento de intervenir, porque él me agrada pero no puedo no detenerlo. SeokJin no le dará una falsa esperanza a mi pequeño corazón.

Me giró y veo la alegría habitual en los enormes ojos almendrados del barista cuando extiende hacia mí la gran taza de cerámica verde menta con los pequeños gatos de espuma que sobresalen del café con leche. "Eh, ¿qué opinas?, al niño le gustan los gatos." dice SeokJin sonriendo.

Sonrío.

Porque a mí también me gustan. Tengo uno incluso, era muy pequeño y lo habían dejado en una caja fuera del edificio. No podía solo dejarlo ahí bajo la lluvia, él no lo iba a lograr. Así que solo lo lleve conmigo, él ha crecido un poco ahora, me espera en la cornisa de la ventana, a veces en el sofá de la pequeña sala... ¿Sería demasiado raro decirte que lo nombre Señor Park por ti?

Quizá pueda hablarte sobre mi gato y cambiarle el nombre para no asustarte.

"No vuelvas a decir algo sobre él por favor, Jin hyung". Susurró "Es solo un cliente."

"Él siempre está viniendo aquí, todo el tiempo..." insiste "¡Viene incluso a tomar agua!"

Frunzo el ceño y niego con la cabeza.

"Ah déjalo en paz, seguramente tiene sed y siempre está leyendo, quizá solo busca un lugar tranquilo". Jin bufa y me mira de esa forma. El ladea un poco la cabeza y su incredulidad derriba un poco mi barrera, así que finalmente termino diciendo más de lo que debería decirle. Mostrando lo que en realidad pienso.

"No está a mi alcance."

Un día, entras por la puerta y no traes solo tus libros. Vistes una camiseta con manga corta y unos pantalones algo sueltos, ambos color celeste. Un uniforme, chico lindo. Tienes zapatos suaves de suela de goma y unas ojeras enormes bajo tus pequeños ojitos, de pronto me siento terrible porque ahora no solo eres el chico lindo Park JiMin. Confirmas mis sospechas, de que no solo eres apuesto, eres inteligente. Pides un café, cargado. Sin azúcar. Y a pesar de que me contengo no puedo evitarlo.