Un Anhelo en el corazón.

_Hace seis meses, el día de su cumpleaños, Elena pasó una noche apasionada con Martín , un hombre enigmático y misterioso que conoció en un Sanatorio. Despues de varios encuentros.

_No volvió a verlo, pero tampoco pudo olvidarlo.
Años después, vuelve encontrarlo, pero..
Ella descubre
_La ambición, y la obsesión de,
los enemigos que se ocultan entre rostros familiares, acechando y esperando el momento para atacar y destruir.
El alma de Elena brilla con intensidad, pero, ¿será suficiente para disipar toda aquella oscuridad?, ¿podrá su amor desvanecer las sombras que envuelven al hombre que ella realmente ama?

«En el libro de la vida, el amor entre Elena y Martín es la tinta indeleble que une capítulos, aunque la rivalidad sea el viento que agita sus páginas».

En la calidez de su habitación, Elena se encuentra sentada en el borde de su cama pensando en su Amor, quien lleva semanas sumido en un silencioso y desapacible misterio.
Elena duerme y sueña.

Sus dedos envuelven con ternura la albar mano de él, sintiendo la tibieza de su piel mientras su mirada se pierde en los serenos rasgos de su atractivo rostro masculino. Una lágrima recorre su mejilla, testigo silencioso de sus más profundos anhelos y temores.

La alcoba parece contener todo el peso de la espera y la incertidumbre, mientras Elena despierta, viendo que todo no a pasado de un sueño.
Con el corazón encogido, anhela con intensidad desgarradora que Martín vuelva a ser el hombre fuerte, guapo y amable que tantos admiran.

No importa si sus ojos, la miren con desprecio o la repudien. Elena está dispuesta a soportarlo todo, a dejarlo ir y renunciar a él para siempre si, antes de que las campanas anuncien la Nochebuena, el milagro se materializa y Martín aparezca.

El tiempo parece detenerse en ese instante; el latido de su corazón resuena en la habitación, cada segundo se convierte en una eternidad.

Sus susurros, cargados de emociones, se pierden en el aire, mientras emite plegarias silenciosas que ansían el regreso de aquel hombre que se ha enraizado en lo más profundo de su ser.