Elena.

"He intentado huir de Martín desde el primer instante en que cruzamos miradas, desde la primera vez que puse mis ojos en él y él en los míos. Y no se trata de que Martín me persiga físicamente, aunque ¡vaya, me encantaría que así fuera. Él es el tipo de hombre que muchas soñamos con tener a nuestro lado. Es varonil, guapo, inteligente e interesante, la peor tentación en forma de hombre.

¡Por más que intento! En varias ocasiones, durante el día o la noche, me encuentro pensando en él. A veces creo que estoy obsesionada. Por ende, nunca le escribo, solo miro su chat, su fotografía, porque no puedo controlar lo que siento. Mirar su hermoso rostro me hace sonreír y ser feliz, me transporta a un instante de felicidad con solo verlo. Han pasado varios días sin tener noticias suyas y mi corazón duele. Perderme en su mirada y en sus brazos es lo que más anhelo.

"He escrito muchos mensajes para él, pero ninguno los envié, no tuve el coraje. ¿Me aterra tal vez su respuesta? Quizás no sea la que yo espero de él. No sé, creo que si Martín me quisiera, ya me lo hubiera dicho de una forma u otra, ya que si no, nos vemos, él también tiene mi teléfono. No quiero buscarlo, quiero que pase lo que tenga que pasar. Espero que vuelva y que esta vez le alcance el coraje para decirme lo que realmente siente."

"Tener al Dr. Martín en mis brazos fue un sueño desde que nos conocimos. Sin embargo, las circunstancias no fueron favorables o el destino pudo haberme jugado una mala pasada."

"Estoy entre la espada y la pared", así dijo Elena. Entre susurros...

Asi es, así como me siento. Ya no puedo vivir con tanta incertidumbre, debo tomar una decisión. No tengo el coraje para enfrentar a Martín y decirle que lo quiero, además, hace mucho que no sé de él."