Planificación

Narra Emmett:

Edward y yo estábamos jugando al ajedrez mientras Carlisle y Rosalie cazaban. Estaba ganando, por supuesto, pero estaba haciendo trampa.

Cuando fue a mover uno de sus peones, pensé, ¡no hagas eso! Rápidamente movió su peón sin pensarlo, exponiéndolo a mi obispo. Salté sobre el peón con el mío y lo reclamé como mío. Me reí.

"¡Has hecho trampa!" Edward declaró.

"¡Has hecho trampa al leer mi mente todo el tiempo!" Sonreído.

"Lo suficientemente justo", dijo.

"Me pregunto cuándo Rosalie y Carlisle llegarán a casa..." Dije, mirando por la puerta un poco preocupado.

"Sé que te gusta, Emmett". Edward dijo.

Me di la vuelta y le sonreí, replumándolo en el sofá. "Sé que lo sabes",

"No guardas muchos de tus pensamientos para ti mismo. Así que, en realidad ni siquiera tiene sentido que lea tu mente. Pero, mantienes tus pensamientos en tu mente cuando Rosalie está cerca, los de ella, de todos modos. Lo cual está prácticamente fuera de ellos". divagaró.

"Lo que sea. ¿Le gusto de vuelta?" Pregunté.

"Todavía no", dijo Edward, decepcionado.

"Destos".

"Sin embargo, ella piensa que eres encantador", se rió Edward.

"Es un regalo", me jacté.

Narra Rosalie:

Carlisle y yo caminábamos a un ritmo humano de vuelta a casa. Cuando llegamos, Emmett y Edward estaban sentados en el sofá discutiendo temas de conversación que no me interesaron. Sin decir nada, subí a mi habitación y salí al balcón.

Todavía quería vengarme de Royce y sus amigos, y se acercaba. Quería que sufrieran y sintieran dolor, como lo hice cuando hicieron lo que hicieron. Pensé que Royce todavía vivía en la misma casa. Lo interrogaría antes de matarlo para averiguar dónde vivían sus amigos.

Pero, ¿cuándo fue el mejor momento para vengarse? El tiempo ticaba, y sabía que no estaría vivo para siempre, como yo. Lo mejor era terminar con esto.

Sin decir adiós, salté del balcón y estaba de camino a conseguir un vestido de novia.