CAPITULO 13 : CASTOR

No muy lejos del molino alguien observaba lo ocurrido, un caballero de piel oscura, vio como la muchacha bebió ese extraño líquido y había dejado en cenizas el viejo molino. Espero oculto en la noche, hasta que todos se retiraron, se acercó, recogió el frasco de vidrio, contemplo una vez más los restos aun calientes del molino y se marchó.

Moortuum

Marlok entro en el lúgubre castillo, se dirigió al tercer piso, camino por un largo pasillo de piedra gris hasta una puerta de madera negra..toc toc ¡!

C–Puedes pasar... -hablo desde adentro.

M-señor le traigo buenas noticias!! Salió todo como quería, la joven lo bebió todo.-mientras entregaba el frasco vacío en manos del amo.-ella dejo en cenizas el viejo molino!!!

C-bueno su madre era una de las mejores que conocí, no me extraña!!!- se regocijaba del hecho-pero si me sorprende la rapidez con que hizo uso de la magia.

M-me temo que fue algo fortuito, ella discutió acaloradamente con un joven y luego de desato el fuego.

C-ahora debemos acercarnos a ella, necesitara que alguien la prepare para lo que sigue!!

M-señor me temo que no está sola, vi a un guardián que la acompañaba...

C-un guardián ?.. Como es que un guardián sabe de ella..?- entrecerraba su ceño.

M-no creo que sepan quien es ella, creo que el solo está a su lado por intereses propios...

C-tú crees?....necesitare que la traigas a mí..!! Ella debe conocerme.

M-señor no puedo traerla por la fuerza, ella es peligrosa, aún no sabe controlar lo que hay en ella.

C- Cierto, es inexperta, sus poderes están ligados a sus emociones, debo encontrar otra forma de llegar hasta ella.-piensa y levanta la mirada a Marlok - un guardián dijiste ?..

El pálido hombre agarro un papel, una pluma y escribió un mensaje, lo metió en un sobre y lo entrego al soldado.

-Dirígete hacia la mansión en la colina rocosa y entrega este recado, cuanto antes ¡!

M- lo que usted mande mi señor.-dijo retirándose hacia la puerta y se detuvo- solo por curiosidad sr porque necesitamos de ella ?–pregunto sin voltear.

-pensé que no lo preguntarías...al obsequiarle el poder de su madre, eso la convierte en nuestra llave - sus ojos brillaban vil mente cuando la mencionaba – ella me dará paso a lo que tanto he buscados estos años.

M-y si ella se rehúsa?-pregunto el soldado

C- no lo ara mi fiel Marlok, tengo todo muy bien pensado-se reclino sobre su silla y subió placenteramente sus pies sobre la mesa-pase años armando minuciosamente todos los pasos aseguir, ahora ve y entrega el recado.

M-confió plenamente en usted señor- se retiró, cerrando la puerta tras de él.

esencia de magia de un brujo o hechicero era su fuente de vida y poder absoluto, sumamente difícil de obtener. Solo en un acto de sacrificio debía cederla consentidamente, para que Alguien de su misma sangre pudiese hacerse con ella, De lo contrario sería letal para quien la bebiese.

Unas horas después llego el mensaje a las puertas de una gran y lujosa mansión en las colinas rocosas situada en los límites de Cartos y Mortuum.

Un sirviente de avanzada edad recibió la carta en sus manos, se adentró en la lujosa mansión, cruzo un enorme vestíbulo y subió las escaleras de mármol blanco, camino por un pasillo y golpeo,

–Sr Normand acaban de dejar esto para usted, dijeron que era urgente

El amo que se encontraba detrás de un hermoso escritorio en ébano, tomo la carta

N– gracias, Leoncio, puedes retirarte..- la abrió y quedo sorprendido al ver el recado.

"Normand estoy de vuelta en Mortuum, me urge verte"

Castor.

El lord guardo el papel en su bolsillo y salió con prisa, bajo la escalera y salió por la parte trasera de la enorme casa.

N-necesito que preparen mi carruaje - hablo a sus criados.

Al cabo de unos minutos salió a toda prisa en su carruaje de ébano, tenía finos grabados en puertas y ventanas, las cuales estaban tapadas por cortinas de paños rojos que escondían su interior. Tirado por dos caballos a todo galope se dirigía a la oscura ciudad.

Pasaron varias horas hasta que un frio se apodero del sendero, miro por la ventana y la neblina cubría el camino, solo se veían figuras difuminadas de árboles secos a los costados. Se adentró en la ciudad, los pocos habitantes de muy mal aspecto que yacían por las calles, se acercaban al carruaje intentando llegar a él, era algo insólito ver un coche de eso en una ciudad abandona. El coche apresuro su marcha dejando atrás la sucia ciudad, al fin había llegado al castillo.

El caballero muy bien vestido de unos 60 años aproximadamente bajo del vehículo. De cabello corto y canoso, ojos cafés, tés rosada y un bigote tupido bajo su respingada nariz. Vestía un traje verde oscuro con una sobre capa en su hombro izquierdo en cuero Marrón y rojo. Y en su cintura sujetaba un cinturón de cuero con una espada.

M- Lord Normand ¿-pregunto el soldado esperándolo en la puerta- sígame.

Normand asintió con la cabeza y siguió al soldado, quedo impresionado al entrar en la oscura edificación frente a él, rara vez el sol tocaba esas antiguas paredes desgastadas por la humedad, algunas de sus ventanas estaban selladas con tablas, la neblina cubría la cima de esta y sobre ella revoloteaban bandadas de cuervos buscando que comer, era como visitar el inframundo.