El Final

Después de terminarme el jugo y de unos 15 minutos de espera. Nos dirigimos hacia mi destino.

Ya en el camino no recuerdo mucho, quizás porque estaba muy feliz y aliviado. Los Ángeles me borraron parte de la memoria para que no los presumiera tanto.

Ya sé, los estoy ovacionando tanto y diciendo que son mis ángeles porque así lo creo, estaba solo y era un niño de 6 años, perdido.

Recuerdo que llegando a mi casa le dije al señor que me dejara dos cuadras antes, porque aunque después de todo esto que había pasado, yo quería presumirles a mis padres que un niño de 6 años y medio, podría ser responsable y llegar solo a casa. Pero si me preguntaban por que me demoré tanto, yo les diría que me había quedado con mis amigotes jugando a la pelota.

Pero eso no pudo suceder, porque entrando a la puerta de mi casa vi arrodillada a mi mamá y a mi papá llorando y suplicándole a Dios que su hijo volviera a casa. Eso me partió el corazón. Entonces me acerqué, me lentamente y solté un… Mamá, Papá ¡Ya llegué!. Ellos se voltearon, corrieron hacia mí, nos abrazamos y nos pusimos a chillar de felicidad y de agradecimiento hasta que se nos acabaron las lágrimas.

Cuando pasaron los llantos, llegaron las risas. Les conté que yo me había equivocado de linea, que había agarrado el bus con el número 106. Y allí me enteré de que el bus donde me había quedado dormido me dejó muy cerca de mi casa. Estaba a un kilómetro nomás.

Toda la aventura duró tres horas después de que saliera de la escuela.

Y así termina esta anécdota.

Soy Carlos, y esta historia me pasó.

Nunca más me dejaron regresar solo a casa. 😅

Espero te haya gustado.

Saludos 🖐️ 🫶