La familia Walliser

Rosana Walliser fue una mujer que nació en el 45, era una mujer que destilaba amabilidad y compasión, todas las personas que la conocieron dirían que era sencilla pero con un carácter fuerte. 
A la edad de 23 años se caso con un joven muy apuesto y educado llamado Benjamin, a los dos años de casados el universo los sorprendió con la llegada de su primera y única hija: Elizabeth Walliser. 
Cuando Rosana y Benjamin cumplieron 35 años de casados, lamentablemente Benjamin falleció, se rumora que desde ese momento algo se rompió dentro de Rosana, se volvió triste y solitaria, muchos aseguran que la depresión que la pérdida de su esposo le provocó...fue lo que la fue matando lentamente. 
Antes de fallecer tuvo la fortuna de conocer a sus dos nietos Amber y Tom, pero la verdad es que no los veía muy a menudo, ya que vivían literalmente al otro lado del mundo, lo cual le generaba aún más tristeza... para amortiguar un poco su dolor decidió buscar a niños especiales y diferentes para darles un lugar donde estuvieran a salvo y se sintieran incluidos aunque sea de vez en cuando, a los primeros chicos que acogió fue a Owen Bower y Edmond Bayer.
Cuando Rosana sentía que ya le quedaba poco tiempo en el mundo terrenal le pidió a su hija Elizabeth que nunca abandonará a estos dos chicos, que los fuera a visitar aunque sea de vez en cuando, su hija viajaba hasta Londres, Inglaterra para cuidarlos (una vez al año), mientras su ex esposo se quedaba en Estados Unidos para cuidar a Amber; en cambio Tom solía acompañar casi todas las veces a su madre y muy rara vez iba Amber con ellos, se iban durante las vacaciones de verano o invierno; cuando regresaban a Estados Unidos, Elizabeth dejaba a Owen y a Edmond con sus respectivos padres. Pero al cumplir los 18 años los dos chicos tomaron la decisión de salirse de sus casas para vivir en la casa de Rosana, al final las puertas siempre estarían abiertas para ellos. 
Pero un verano la historia de los Walliser cambiaría para siempre...