2. Las cláusulas del contrato.

Cuando Melissa fue al lugar en el que había quedado con Javier, vio que él la estaba esperando siendo el centro de las miradas de las chicas que pasaban por la zona.

«Eso es lo que me echa para atrás, su apariencia de chico guapo llama mucho la atención», pensó Melissa que caminaba hacia él. — ¿Te he hecho esperar mucho rato? 

Javier sonrió mirándola, agradeciendo que no se presentara ese día con los complementos que usó cuando se conocieron. 

— No, no llevo mucho rato aquí. — Contestó Javier y le indicó con la mano su intención de caminar juntos. 

Melissa y Javier empezaron a caminar, aunque no tenían ningún lugar preciso al que ir antes de la hora del almuerzo… Hablar era la forma de llegar a conocerse y saber si eran el uno para el otro la mejor persona para tener un hijo. 

— ¿Y dónde vives? — Le preguntó Melissa, mirando a Javier. — Tu hermana me ha dicho que tienes una pastelería. 

— El edificio donde tengo mi negocio es mío y la planta de arriba es un apartamento, es allí donde vivo. — Respondió Javier a su pregunta. — ¿Y tú? ¿Dónde estás viviendo? 

— Con mis padres en el campo. — Habló Melissa. 

— ¿Puedo preguntarte algo? — Las mejillas de Javier se sonrojaron. 

— Sí, pregúntame. Es para ello que estamos en esta cita. 

Javier y Melissa se pararon frente a un paso de peatones, esperando a que el semáforo dejara de estar en rojo. 

— ¿Qué te puede gustar de mí? — Le preguntó Javier todo avergonzado. 

Melissa golpeó con sus dedos la barbilla de Javier y él se sobresaltó. 

— Eres más alto que yo. Mi estatura es hasta tu barbilla… — Le dijo Melissa, que por supuesto no le iba a decir que era guapo y todas esas cosas que le había dicho a su madre. 

— A mí me gusta que me llegues por la barbilla. — Dijo Javier, entusiasmado de poder estar con la ex actriz Belleza. — He visto todas tus series, era un fan tuyo. 

— ¿Eras fan mío… ? 

Melissa se preocupó de que el hermano de Sarahí fuese un fan de cuando ella estaba activa en series de televisión.

— Sí, aún las veo cuando paso tiempo en el extrajero. — Le confesó Javier, cuando el semáforo les dio camino libre para cruzar la carretera. — Puedo saber porqué fue que dejaste la actuación, eras una excelente actriz. 

— Demasiado trabajo, eso me llevó a colapsar y empecé a sentir ansiedad en los rodajes. — Le confesó Melissa, caminando por la larga carretera. — No todo es como se ve en la televisión. Aproveché la excusa de los exámenes de la universidad para retirarme sin llamar mucho la atención.

— Me hubiera gustado que fueses seguido con tu carrera de actriz, verte tan linda como eres ahora en un drama. 

Los dos subieron a la acera y se detuvieron para ver por dónde debería ir ahora, era temprano, debía aprovechar al máximo su cita. Javier estaba dispuesto a cualquier cosa para que Melissa aceptara que él fuese el padre de su hijo y que ella aceptara ser la madre del suyo. 

Los dos decidieron ir al mirador de la ciudad que disponía de unas buenas vistas, más por la noche con las luces de la ciudad que se mezclaban con el cielo nocturno. 

Por la mañana solamente había personas paseando bajo los árboles bulliciosos de hojas verdes que daban sombra fresca en un día caluroso de verano como ese. 

— ¿Por qué decidiste tener un hijo? — Se preguntaron los dos mientras caminaban. — Por mis padres… 

Los dos se quedaron callados y se empezaron a reír por haber preguntado y respondido lo mismo y a la vez. 

— Bueno, también porque mi hermana y su cuñado tienen un bebé, es adorable… — Habló Javier. — ¿Y usted? Debe de tener alguna razón más que solo sus padres. 

Se cruzaron con unas personas que saludaron a Javier al reconocerlo por las redes sociales, sonriendo él algo incómodo. Melissa llegó a pensar que o lo saludaban por su canal de cocina o tal vez por lo guapo que era. 

— Mi hermana no tiene familia y soy la única que no está haciendo nada. — Melissa se refería a que no estaba trabajando en nada por el momento. — Siempre he querido ser madre, pero no quiero una relación con nadie más allá de la paternidad. 

— Te entiendo, yo hace ya algún tiempo desde mi última relación. — Contó Javier mirando hacia adelante. — Las cosas no salieron como creía que saldrían, así que rompimos y volví a casa.

— ¿Querías ser padre con ella? 

— Quería ser más que padre con ella. Estuve a punto de pedirle matrimonio. — Le confesó Javier. — Si no la hubiera visto en mi cama con mi amigo fuera seguido a su lado como un estúpido. 

Melissa acarició su brazo y Javier se sorprendió mirándola. 

— No me mires así, me echa para atrás. — Le dijo Melissa, que iba a apartar su mano de su brazo, pero Javier se la agarró y negó. 

— ¿Puedes seguir consolándome? 

— Vale, pero no vayas a llorar. — Contestó Melissa que acarició su brazo. — Esa mujer y su amigo… Si ambos te engañaron de ese modo, eso les hacen una basura de personas. 

— ¿Y usted no ha salido con nadie? — Le preguntó Javier interesado en su respuesta. 

Para Javier, siendo fan de ella, era como si estuviera haciéndole una entrevista a Belleza… como si fuese un periodista. 

— No, no tengo y ni he tenido pareja. — Le dijo Melissa.

Javier se paró pensando que quizás era virgen. 

— Entonces usted nunca ha tenido… 

— El no tener una relación no implica que no haya tenido relaciones carnales con otras personas. — Le contestó Melissa, avergonzada por tener que dar esa explicación de su vida privada al hermano de Sarahí. 

Javier se llevó la mano al pecho y siguió caminando con Melissa, él ya se había puesto a pensar que iba a tener un hijo con una virgen.

— ¿Qué cosas quieres poner en el contrato? — Javier cambió el tema. 

— Me gustaría poner en el contrato que, pase lo que pase con nuestras vidas, ese bebé será lo más importante. — Melissa miró a Javier a la cara, con expresión seria. — No me importa que vuelvas con tu ex o que tengas una nueva pareja, el hijo que tendremos será siempre lo más importante y lo mismo va para mí.