Capítulo 4

– Cuanto has cambiado, ni te conocía – Melanina se iba acercar pero la detengo – Si, algo – Me mira y se da la vuelta – ¿Vives aquí aún? – Ella se gira y asiente

 – Bien, entonces te mandaré la invitación de nuestra boda – Melanina me agarra de la mano y ella nos mira

 
– Estaré encantada de ir – Dice y da media vuelta, el niño llamado Daemyn esta mirando por la ventana y me animo hablar – ¿Qué edad tiene el niño? – Ella voltea y me mira nerviosa 

– ¿Para qué quieres saber? – Yo niego y el que camina soy yo pero en dirección a la casa de mi madre, ella nos mira y nos saluda 

– ¿Cómo se la pasaron en el paseo? – Melanina la toma del brazo y se la lleva a la sala de estar así que aprovechó y salgo de casa con dirección a la cabaña sin saber porque  

En todo el camino me la pase pensando ¿Qué diré? – Hola ¿Cómo estás? – Niego y sigo caminando, sin darme cuenta estoy frente a la ventana mirando como Ana esta tirada en el suelo frente a la chimenea junto con los dos pequeños ¿Estará casada?  

– Aquí frente a esta chimenea, donde no hay absolutamente nadie solo tu y yo te juro que siempre te amaré y que jamás te dejaré – Pongo su mano en mi pecho y ella me sonríe  

– Yo aquí frente a esta chimenea sin que nadie sea testigo te juro que siempre seré tuya, jamás estaré con otro hombre que no seas tú  

Niego quitándome el recuerdo y me acerco a la puerta para tocar *Toc Toc * dos simples toques hacen que se escuche movimiento y se abra la puerta dando a ver a Ana, mi preciosa Ana 

– ¿Qué se te ofrece? – La miro de pies a cabeza admirando su hermosura, cuerpo bien definido, alta, Morena, cabello rojizo con Ojos color miel  

– ¿Cómo has estado? – Pregunto mirándola a los ojos – Perfectamente bien ¿Quieres pasar? Hace frío y la cabaña esta caliente – Asiento y ella me da espacio para entrar -Por favor quítate y deja los zapatos en la entrada – Hago lo que me pide y cuando estoy listo miro a donde se ha ido  

– Hola señor desconocido – Emilia me sonríe mientras que Daemyn solo me mira – Hola Emilia, Soy Daemyn Velázquez – Emilia me mira sorprendida junto con Daemyn – Se llama igual que mi hermano – Asiento y Ana mira la chimenea  

– Niños ya es tarde, necesitan dormir, recuerden que estamos a escasos días de la navidad – Los dos niños asienten y se retiran corriendo dejándonos solos  

– ¿Por qué le pusiste Daemyn al niño? – Pregunto sin más mientras que ella no fija de mirar la chimenea, el silencio se expande por la casa y ninguno dice nada hasta que uno se anima

– Cuando me fui de aquí fui a casa de mis padres, todo parecía tan hermoso hasta él me miro, me dijo que yo no podía estar ahí, no me querían en su vida, me dolió, me dolió tanto que jure el no volverlos a ver, me fui a un hotel donde dure 3 días porque después yo vine y no te encontré. Estaba en depresión, no quería comer, no quería nada, sólo me levantaba de la cama al baño a ducharme y a desechar lo poco que traía en el estómago – Voltea a verme y nuestros ojos se encuentran 

– Fui al doctor 3 semanas después de haber llegado aquí y cuando hicieron los análisis salió positivo a embarazo – Abro mis ojos con sorpresa – Te llame y te busque hasta el cansancio, fui con tus padres y jamás me dieron respuesta de ti, me dijeron que ese era mi problema, Llegue aquí y me puse frente a ese espejo – Señala uno que está en la chimenea – Cuando me mire toque mi vientre y sonreí, sabia que ya jamás iba estar sola  

– ¿Estabas embarazada cuando nos divorciados? – Pregunto y asiente – Me he perdido 5 años de la vida de mi hijo – Digo apenas casi audible pero ella lo escucho 

– Tus hijos – Dice y hace que la vuelva a ver – Son mellizos – Sonrió involuntariamente – ¿Pero? ¿Dijiste que fuiste con mis padres? – Asiente y me levanto del suelo, Voy hasta donde están mis zapatos y me los pongo  

– ¿A dónde vas? – Pregunta aún lado de mi Ana y me volteo a verla – Hacer algo que desde un principio debí hacer – Abro la puerta y salgo completamente enojado