El acuerdo

A Su Alteza, el Príncipe Heredero de Adamas:

Con el debido respeto, presento a continuación un informe detallado sobre la Señorita Lorena Vandeleur, según la información recabada por nuestras fuentes.

Si a cualquiera en el reino le pidieran nombrase a la persona más carismática, dulce, amable y bondadosa que conozcan, no dudarían mucho antes de responder con el nombre de la Señorita Lorena Vandeleur. La bella hija de la casa de los Señores Vandeleur de ColinaEstrella.

La señorita Lorena es una chica que goza al máximo de las libertades que su juventud y sus padres le confieren. Ella corre y juega en los campos estrellados de su casa, visita a los habitantes de su condado y celebra bailes con ellos tanto como lo hace con la misma nobleza.

Por montones y por millas se hablaba de su cariño y gentileza al tratar con cualquier tipo de persona, sin embargo, no había que tomarla por una frágil doncella, porque lo que la señorita tiene de amable y de generosa, lo tiene de astuta y fuerte. Si bien disfruta de placeres tranquilos como caminar y tocar el piano forte, también tiene gustos rudos como su señor padre y su hermano; cabalga por las colinas estrelladas como una salvaje, caza y dispara como pocos lores podían presumir. Sin mencionar las tardes de entrenamiento que pasa con su hermano donde pudimos observarle practicar el arte del arco y flecha, y de la flexibilidad.

En su entorno lleno de nobles, la conocen como una joven alegre que goza de las conversaciones entretenidas y de las risas; y si esas risas vienen provocadas por sutiles burlas a las personas, qué mejor. Es una ávida practicante del sarcasmo y la comedia, se nos asegura que, con ella, una fiesta nunca sería aburrida. Aunque ahí no se detiene su habilidad, ni vocal ni mental, porque la Señorita Lorena es capaz de crear poesías con la facilidad de un pájaro para crear música matinal, se presume que compone su propia música y no hay instrumento que ella no sepa tocar. De más no está agregar que, según muchas otras damas, Lorena tiene una fuerte voluntad y muchas opiniones que compartir en las reuniones. Es cercana a su familia real y está contemplada para ser esposa del príncipe heredero, según nos confiaron nuestras fuentes del palacio; muchas otras casas importantes en los Valles también han intentado pedir su mano, todas sin éxito. Se desconoce la razón, aunque oímos decir algunas cosas de su sobreprotectora señora madre.

Además de todo lo anterior, la joven también goza de la voz de un ruiseñor que deleita oídos cuando canta y la gracia de un cisne al momento de bailar; manos de artista que pintan los cuadros más hermosos (dichos sí tuvimos la oportunidad de admirar en el mismo palacio, pues la Reina Adriel es su ferviente admiradora y tiene un pasillo entero dedicado a su obras).

Ahora, de su apariencia se puede decir tanto como de su completísima personalidad: Lorena Vandeleur tiene cabellos sanos y largos del color del chocolate refinado y es poseedora de unos ojos amarillos que asemejan la miel mas pura y que parecían siempre estar bañados por los rayos de sol; la piel exquisitamente dorada y una sonrisa de verdaderas perlas protegida por labios eternamente rosados como las bugambilias de vuestro Altísimo Palacio; la cintura estrecha que se espera de una doncella y las piernas fuertes de una jinete. Una belleza entera desde ColinaEstrella en el Occidente hasta los RiosÁcidos en el Oriente y más allá.

Ésta es Lorena Vandeleur, una doncella de quince años, a quién le presentamos con la mayor de las estimas.

Los Reyes del Valle dan su palabra de que todo lo escrito en este documento es verdad. Ahora solo estoy a la espera de vuestras órdenes, mi príncipe.

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El Príncipe Heredero de Adamas terminó de leer la información recolectada por su gente con una sonrisa complacida. Sí, ella era la indicada. Sin perder la sonrisa, escribió una carta en los papeles especiales y la ofició con el sello real antes de enviarla con una paloma a la noble casa Vandeleur del Reino del Valle en ColinaEstrella. Después se retiró del estudio y se reunió con el Altísimo Rey, quién sonrió en grande al saber las nuevas. Ahora solo tenían que esperar una respuesta.

¿Qé os parece esta historia? ¿Ya la dejo ver la luz?