Padre Ó Hijo

3, 2, 1, devuelta en sus brazos

1 semana después. 

Dan no aguantaba más la falta de Isabel, se había acostado con mujeres pero nadie tenía ese cuerpo, sabor, pasión de Isabel. La quería pero sólo en su cama y tal vez en si vida, pero sólo para usarla. Dan vio que Isabel ya no iba a buscarlo ya había pasado mucho tiempo que dejo de hablarle, Isabel ya estaba dándose por vencida, los dos tenían compañeros de tiempo, Dan a Elena su nueva admirante y Isabel a Conor no había pasado nada del mundo con Conor sólo eran de palabras una que otra vez la dejaba en su nuevo cuarto. Pero hay nada más, Isabel sabía de los sentimientos de Conor pero ella no quería regresar con él, por algo lo engañó cuando estaban de novios, Conor era muy empalagoso, zalamero, pesado, la cansó demasiado no quería repetir todo otra vez. Preferiría llorar, sufrir, por el amor de Dan, pero lo Dan no iba a llegar a nada o eso miraba Isabel, ya que no la buscó. 

Por la tarde Isabel hacia ejercicios físicos, vio que sus glúteos estaban cayéndose, estaba triste porque ya no había nadie que les nalgadas, ese era la razón que puso Isabel. Al acabar isabel tomo un baño de burbujas en su jacuzzi aunque no estaba completamente instalado, sólo disfrutaba llenarlo, sumergirse, tomar una copa de vino, mientras que escucha unos de sus baladas favoritas, estar completamente en paz y relajarse, todo su tranquilidad es interrumpida por el sonido de notificación. 

Número desconocido
Hola nera te extraño mucho, ya no me quieres. :'( 

Ya había borrado su número pero estaba más que segura que era que él nadie más la llama así, el mensaje la confundió más, ahora la extrañaba le decía eso por mensaje, si la vio por tres meses en la Universidad, tres meses que se olvido de ella, la ignoro, justo ahora decidió ser sincero. 

(...)

Entregado, visto, ignorado.

Dan esperaba la respuesta de Isabel, estaba hechado en su cama, sólo en casa, su padre estaba con Alice y su hija, no pudo aguantar más su soledad no estaba completo, podía sentir cualquier cosa por Isabel cualquier cosa pero menos amor. La extrañaría demasiado, podría pasar bellos momentos con ella, podrá tener sexo con ella, ronda tras ronda, hasta ya no poder más, podrá repartirle mil besos en su boca, la celaria con cualquier hombre, le podrá decir que es de él, pero no nunca podrá sentir amor. Ya entregó su amor a dos mujeres y las dos se fueron de sus brazos. 

La primera fue su madre Dan no recuerda mucho de ella y lo poco que recuerda lo agradece por que no quiere saber de ella. Su madre lo dejo a él y a su padre, cuando Dan tenía 3 años se fue a otro país para conseguir trabajo, pero consiguió otro amor, no volvió, Horacio la espero y tenía esperanzas que en su regreso retomarián el amor que se tenían, no supo de su madre después de 18 años, la madre de Dan lo busco mediante las redes sociales y lo encontró vio que su pequeño al que había dejado, su última imagen de Dan antes de su partida fue un pequeño con los ojos llorosos, cargado de un peluche entre sus manitos, mientras que en la otra sostenía la mano de su padre él también traía una mirada triste, aguantando las lágrimas, Horacio aprendió a hacer padre no tenía ni la menor idea como era, los dos hombres aprendieron a vivir sin esa mujer, su madre vio a su pequeño Dan hecho todo un hombre, con gesto de molesto, en su pecho colgaba una medalla, su cuerpo empapado de sudor, con sus puños listo para golpear a alguien, acompañado de su padre, la foto que vio su madre era Dan después de una pelea, dejo un comentario que fue leído e ignorado por Dan. No quería saber nada de esa mujer que se hacía llamar "madre". 

Se levantó de su cama y golpeó su ventana, estaba molesto, pensando que aquella ventana era su madre, la odiaba, vio su mano salía sangre con algunos trozos de vidrio. Isabel no le respondió, se curó su herida, espero a su padre cenaron, él pregunto por la venda en su mano pero no le dio la razón, acabado su cena se fue a dormir.

(...)

Isabel no iba a ser sincera no por un mensaje si quería respuesta, primero tendría que escuchar a Dan que el mismo con su podrías palabras repita el mensaje, el lunes lo buscaría y le diría que se lo repita otra vez, iba a ser difícil esperar dos días, pero ella espero 3 meses, a él sólo le estaba dando dos días.

Llegó el lunes estaba nerviosa, Dan no le volvió a mandar otro mensaje, había llegado mas temprano, con la esperanza que él haría lo mismo, pero no llegó a la misma hora, acabada su clase, fue a buscar a Dan lo observó ya no estaba con su acompañante estaba con Alexis, se despidió de él y se fue al garaje. Lo siguió armo un plan para que no se notará que lo estaba buscando, lo hizo ver como si se hayan topado por casualidad. Se miraron pero ninguno dijo, como no escucho nada de Dan, Isabel se fue con sus esperanzas por el suelo hasta que Dan la tomo del brazo.

- espera. No te vayas, no aún._ dijo Dan, Isabel se volteó.
- ¿porqué no aún?._ No respondió, Dan tenía voluntad para decirle que la extrañaba, Isabel espero pero otra vez se calló. - bueno si no tienes nada que decir yo me voy.
- te puedes esperar, no vez que esto me cuesta.
- ahora me dices a mi como si yo tuviera la culpa.
- ya lo siento. 
- ya me cansé de ser la que dice perdón, se que no me vas a decir que me amas, lo se, ya no espero eso pero quisiera que me seas sincero y que no seas puro chat con tus sentimientos. 
- ¿qué esperas?
- que me repitas tu último mensaje y si tanto te cuesta, puedes leerlo._ una vez más se quedo callado, Isabel no espero mucho y se fue.

No había funcionado, otra vez, si él no iba a ser sincero con ella, no lo iba a obligar se fue caminando hasta su cuarto, no iba a llorar, no otra vez.

- no llores, no llores, no llores._ se repetía mientras caminaba pero cada vez era imposible. Cuando iba a cruzar la calle una camioneta de detuvo frente a ella, no hubo necesidad de averiguar quien era, la reconocería a kilómetros. Se apartó, Dan bajo y la detuvo la cargo en su hombro, Isabel pataleo, gritó, pero no le hizo caso, Dan la puso en el asiento del copiloto se subió y arrancó sin rumbo. Isabel miraba por la ventana, nerviosa. Dan no tenía ni idea de como expresarse se detuvo en la carretera, apago su motor lo pensó demasiado. Miro vio que Isabel, estaba pidiendo que la llevarán paró un taxi.

- a donde te llevo muñeca._ dijo un anciano.
- arranca antes que te rompa la cara._ dijo Dan. 
El taxi arrancó y Isabel se quedo hay.
- deja de pedir que te lleven, con esa ropa que traes todos te harán caso._ dijo, viendo sus sabrosos muslos, su distracción.
- bueno sólo dirás eso, ya me cansé de esperar.
- no puedo._ dijo Dan un poco molesto.
- bien gracias por traerme al medio de la nada adiós.
- bueno ya que quieres te diga, que te extraño, extraño tu cuerpo, tu pasión, tu energía, que me alegres el día, que yo fui el idiota y te pido perdón por todo lo que te hice, está vez fue mi culpa puse en juego tu vida, no llegaremos a ser nada pero me gusta tu compañía y durante estos 3 meses me di cuenta que no es lo mismo sin ti._ dijo gritando a los 4 vientos. Isabel se sorprendió y sus palabras sano su dolor y angustia, ya no había más culpa. 
- me gusta sentir me amado pero yo no puedo amar, no esperes eso de mí. Lo siento.
Isabel tenía que aprender a amarlo en silencio. Dan abrió sus brazos esperando que Isabel llegue a ellos. No tubo que dudarlo fue corriendo a sus brazos, sus cuerpos se juntaron, disfrutaron las mezclas de sus colonias, sus bocas se unieron sin piedad y en silencio, se besaron como si él mundo se acabará después, como si fuera el último, pararon cuando se les agotó el oxígeno, la boca de Dan estaba con el labial de Isabel, la cargo, Isabel cruzó las piernas en su cadera de Dan. La dejo en su auto, Dan aceleró no podía contenerse el dolor que tenía que tenía en sus pantalones.

Terminaron en lo mismo se reconciliaron teniendo sexo, Dan prometió que Isabel sería su única chica, que iba a dejar a las demás, Isabel no esperaba nada sólo estaba feliz por que había vuelto con Dan. Ahora los dos tendrían que buscar un nuevo método anticonceptivo, bueno más para Isabel, decidieron ir por la pastilla. No querían ponerse algo que se interpondrá en la unión de sus cuerpos. Estarían los dos con discreción los primeros meses, su madre de Isabel no lo quería a Dan por eso puso a alguien para que la vigile, Isabel conocía a su madre y ella no la iba a dejar así nomas. 

El miércoles llegó Dan estaba desde temprano en el cuarto de Isabel quería desayunar con ella la sorprendería tocó su reja, después varios toques salió una Isabel en todo su esplendor, su cabello estaba agarrado con un moño, lagañas en sus ojos claros, con una bata, cuando vio a Dan se quedo sin palabras. Trato de arreglarse pero no pudo, Dan tomo sus movimientos y la besó, apesar de su terrible aliento, todo lo mejoró Dan su boca sabía a menta. 

- hola mi pequeña nera, que terrible olor. ¿me dejas pasar?._ dijo mientras repartió besos por todo su cara.
- lo siento estoy hecha un desastre, no se para que me pides permiso ya estás adentro.
- mentira nerita caliente estas más preciosa y sabrosa así. Te traje desayuno.
- gracias, esperame un rato voy a arreglarme._ dijo dándose un último besó. Lo dejo en su sala y ella paso a su cuarto.

Isabel no tardo mucho y los dos se sentaron en su mesa mejorada a desayunar. 

- y porqué la sorpresa, que yo sepa no es mi cumpleaños.
- quería estar contigo desde temprano, de pasó llevarte a la u. 
- mis clases son más tarde como al medio día. ¿y las tuyas?.
- en la tarde.
- bueno me gustó el desayuno gracias nero.
- me alegro que te a ya gustado, no sabía que desayunas por eso compre muchas cosas.
- mi desayuno va depende a mi economía, algunos días tengo que comer en exceso y otros no.
- ¿y hoy, que pensabas desayunar?
- pues, mi padre no me dio dinero esta semana, estoy apenas con el del la anterior, tampoco te quiero causar lastima, ¿eh? Pero iba a almorzar directamente. 
Dan no supo que decir, la miro a Isabel tan sencilla, tan radiante como siempre. 
- te puedo hacer una pregunta.
- claro._ dijo Isabel mientras acababa de tomar su café.
- como le haces para estar todo los días tan radiante.
Isabel se echo a reír, no esperaba ese cumplido porque no era parte de Dan. 
- lo siento pero no se, te sientes bien._ dijo tocando su frente, para comprobar si tenía frente.
- al parecer no te llegó el cumplido. Cambiemos de tema.
- hagamos preguntas. ¿qué te parece?._ dice Isabel quería saber más de Dan. 
- bueno yo comienzo. ¿con quién te operaste o que hiciste para tener ese trasero?. Tan sabroso.
- apenas puedo vivir y tu crees que me opere. Bueno la pubertad me asentó muy bien, antes yo era gorda no tenía nada, me llegó la pubertad y empecé a cambiar y por parte mi madre, no le viste las caderas que se carga. 
- interesante, te toca preguntar.
- ¿dime algo que nadie sepa de ti?
- aver, que perdí mi virginidad a los 13 con una mujer mayor.
- wow! Eso sí que es un secreto.
- ¿qué te enamoró de mi?.
Isabel iba a responder pero alguien llamó a su puerta. Fue a ver en su ventana quién era, casi se le sale el corazón de su pecho.

- responde. 
- Dan mi mamá está en la puerta. 
- ¿QUÉ?!!

No era su madre de Isabel, mintió, era Horacio.
¿qué hacía hay? Justo en momento. ¿cómo encontró su dirección?.




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