Capítulo 6: Una amarga despedida

Dos meses habían pasado, dos meses de aventuras con sus amigos Anne y Elian, dos meses con su nuevo amigo Adam, disfrutando de su familia, aunque no todo era color de rosa pues aunque trataba de no pensar en él, le era imposible y su distanciamiento tan repentino le dolia pues era la primera vez que alguien le gustaba en la forma en la que él le gustaba, a demás tenía que aguantar los malos tratos de Elsa. Hoy era ese día en que lograba concretar otro logro, otra meta, hoy se graduaría de la secundaria.

Estaba en su habitación, abotonando su sueter del uniforme y mirandose por última vez en el espejo antes e bajar a desayunar con su familia, cuando la puerta se abrió dejando ver a su padre

-¿Puedo pasar?- dijo sonriendole a su hija 

-Claro papá, pasa

-Sabes que esto orgullosos de tí y que te amo con todo mi corazón ¿Cierto?- dijo mientras abrazaba a Triana

-Claro que lo sé papá, estoy muy feliz de estar contigo, por lo menos hasta que se resuelva el asunto de la custodia, ¿En verdad es necesario papá?

-Si, pero te juro que haré hasta lo imposible por que Angelica no nos separe- dijo con algo de tristeza en su voz pues sabía que el día en que ella tendría que irse había llegado, la corte había fallado a favor de la madre de Triana y eso destrozaba a Camilo su padre- Te amo hija

-Y yo a tí papá

-Anda vamos a desayunar antes de ir a tu gradución

Ambos bajaron al comedor dónde se encontraban ya su nana y su hermano terminando de acomodar los desayunos, mientras desayunaban estuvieron platicando de todas las travesuras que ambos hermanos hacían de pequeños, todos reían y eran felices en ese momento en familia, después todos partieron rumbo al sitio donde sería el evento de gradución, todos pasaron rato muy grato en ese vento para después irse a su casa pues continuarían celebrando, aunque eso terminaría al anochecer, cuando Camilo tendría que contarle a su hija toda la verdad.

-Hija, ¿Vamos a pasear a Adam al parque?

-Claro papá, voy por la correa- Triana subió a su habitación buscando la correa de su cachorro para después colocarsela y salir con su papá

-Hija, quiero hablar contigo de algo- decía mientras caminaban hacia el parque mirando al suelo- Nana me ha dicho que preguntas porqué tu madre y yo nos separamos ¿Qué tanto quieres saberlo?

-En una escala del 1 al 10 un 8

Camilo tomó una bocanda de aire para empezar a decir- Tu madre y yo nos separamos por que ella nunca estaba pendiente de tu hermano o de ti, se suponía que ella dejó su trabajo por que ella los amaba, pero no era fácil para ella cuidar sola de dos hijos así que contratamos a Nana, ella los cuidó por mucho tiempo, mucho más del que tu madre los cuidó, a mis ojos todo iba bien, ella era la misma conmigo desde que nos casamos hasta que un día Nana me confesó que ella salía por más de dos horas y la dejaba sola con los niños y que cuando yo salía de viaje por el trabajo ella e iba y no volvia a casa en días- Triana lo miraba con mucha atención preparandose para lo que tal vez ocurriría después- Una noche, volví a casa sin que tu mare supiera, pero antes de volver le pedí a Nana que se fuera de la casa antes de que ella saliera como siempre lo hacía, cuando llegue ella estaba vuelta loca, tu no dejabas de llorar y tu hermano tampoco paraba de llorar, ella gritaba que ambos se callaran hasta que terminó por golpearlos, no entendía su comportamiento hasta que días después descubrí en uno de sus cajones un par de pastillas que hacía que tu madre se alterara, cuando quise confrontarla ella no tuvo el valor y se fue de casa, después regresó y decidí perdonarla pues era el amor de mi vida y la madre de mis hijos, así fue por mucho tiempo hasta que la descubrí engañandome y fue cuando decidimos divorciarnos y pelear por tu custodia

-Papá, lo lamento mucho, no tengo palabras para decirte, solo agradecerte que aunque hayas pasado por todo eso siempre estuviste para nosotros, te amamos mucho papá

-Y yo a ustedes, ten...- le entregó un sobre a Triana con el sello de la corte de Baja California- es la respuesta al juicio de la custodia

Triana lo miró por unos momentos y después lo abrió comenzando a leer deteniendose en la parte dónde especificaba quien de las dos partes se quedaría con su custodia

"El juez de lo familiar Alberto Rivas, resuelve el caso de guardia y custodia de la menor Triana Sofía Almanza Aranda dando como resolución lo siguiente: 

Se otorga la guarda y custodia temporal a la señora Angelica Ruiz Aranda por el lapso de tres años hasta que el menor en cuestión cumpla la mayoría de edad y decida si querrá permanecer con la señora o con el señor Camilo Estrada Almanza."

Los ojos de Triana empezaron a llenarse de lágrimas, esa noticia la había hecho pedazos al igual que a Camilo

-Perdóname hija, no pude hacer nada, lo lamento cariño- decía mientras abrazaba a su hija

-No importa papá, tres años pasarán muy rápido y entonces volveré contigo, lo prometo

Estuvieron un rato más en el parque y cuando regresaron a casa fuera de esta había un auto, se apresuraron y al entrar se quedaron helados pues Angelica estaba en la sala

-Hola princesa- dijo su madre 

-Hola Angelica- dijo Triana

-Vine por tí, hoy mismo nos vamos, creo que tu padre ya te lo había dicho ¿No?- dijo sin rodeos, sonriendo triunfante ante su ex esposo

-No, no me iré contigo, hoy no- Dijo Triana quién fue corriendo a su habitación para después encerrarse ahí y llorar, no quería irse, no ahora que todo estaba llendo mejor, que se estaba acostumbrando a vivir en Mazatlán

Ella lloraba sin parar mientras abajo se escuchaban gritos y sabía bien por que, sus padres estaban peleando y con ellos su hermano, sabía bien que Alex no se quedaría callado ante lo que pasaba pero sin remedio alguno Triana empezó  buscar sus maletas y a meter su ropa en ellas, mientras empacaba no dejaba de llorar, tenía mucha rabia dentro de sí, no quería irse pero no tenía otra opción, terminó de empacar y fue a dormir.