Querido lector, no sé si eres un espectador o un actor en este escenario tan frágil y doloroso. No te cierres; las batallas más duras son las que enfrentamos con nosotros mismos. No tienes la culpa de este sufrimiento. Solo recuerda que, a pesar del dolor, no estás solo.
Atentamente,
L.M.G.S.