El mundo no es para los niños

Amaro es un hombre de mediana edad, cuyo pasatiempo favorito es la lectura. Un día y luego de vivir múltiples tragedias en su vida, decide dejar a su hijo en un orfanato y viajar a su casa de campo ubicada a las orillas de un pueblo, donde por fin puede hacer que el tiempo se detenga un momento y tomar un respiro. Este acto con el tiempo se vuelve una rutina y termina aislándose en la casa, donde comienza a construir un collage enorme con frases de sus libros.
Amaro pierde la noción del tiempo y para poder volver a introducirse en la realidad debe recordar. Reconstruir su tiempo y volver a sentir lo que tanto evitaba. Ahora debe encontrar la manera de sobrevivir, de interactuar con las personas del pueblo, encontrar una motivación para recuperar su vida y a su hijo.