Capítulo XV

Familia

No porque seas mi familia tengo que amarte.

Cortaste mis alas diciendo que era por mi bien cuando sabes que eso es mentira.

Me dijiste que ser un cobarde era lo peor del mundo y mira, te convertiste en el jodido cobarde más grande de mi mundo.

Siempre que llegaban visitas u clientes en el negocio salían de tu boca puras mentiras de la familia y la más grande: la familia es primero.

Querías que mamá y yo te pusiéramos como primero, querías llevarte toda nuestra atención, pero nunca fuimos tu primera opción, siempre fuimos la que te convenia, no la que te gustaba, sino la que te quedaba.

Siempre fue primero tú trabajo y te excusabas que era porque de ahí comíamos, vestíamos y gastábamos.

Mentira.

Cobarde.

Era porque tenias que mantener otra familia, por tu infidelidad que ocultaste durante años.

Pero a la cara nos decías que la familia era primero y que infidelidades y secretos no iban en esta familia, que deberíamos ser el ejemplo de lo que queremos.

¿Por qué no lo fuiste tú? ¿Cómo quieres que te ame ahora solo porque llevas en tu título: familia?

Te da miedo quedarte solo, así como tus hijos y nietos no te visitan, por algo será.

¿Familia?

Solo eres mi progenitor, y el amor que siento por ti es muy poco comparado con la decepción que siento por ti.

No es mi culpa que te hayas quedado solo.

No es mi culpa sentir estos sentimientos por ti.

Es válido.

Es valido y entendible que lo primero que quiera hacer es deslindarme de mi familia, porque si bien es la que me toco, no es la que quiero.

Quiero una familia donde la comunicación es esencial.

¿Pero como la tendría? Si tu en cada intento que podías me decías que era imposible que alguien como yo tuviera la madera de ser una buena madre.

Fingí por años que no me gustaban los niños, solo porque me creí el cuento de que sería mala madre.

La verdad es que los adoro, si bien no a todos los bebes, pero adoro aquellos bebes que ríen y juegan conmigo.

No quiero una familia donde tu apellido siga pasando…

No lo mereces.

La mujer con la cual fuiste infiel tuvo hijos y llevan tu apellido, ellos seguirán pasando tu apellido, pero no en esta familia.

¿Por qué?

Nunca fuimos una familia de tres, solo fuimos mi mamá y yo.

Ella es mi familia.