Prólogo

Una tarde de invierno...

Caía la nieve cubriendo la tierra con una uniforme capa de esta...

Me encuentro mirando hacia el horizonte buscando, pero ¿qué? eso todavía no lo sé, sentía nostalgia por lo que había dejado atrás, mi antigua vida....

Las horas pasan lentamente mientras la nieve sigue cayendo, sepultando así mis recuerdos.

Siento como una lágrima se desliza por mi mejilla al momento de recordar a mis amigos del pasado, pero, ¿de qué me sirve solo recordar? quisiera estar con ellos, aunque es imposible...

Intento adaptarme a mi nueva vida, sé que será difícil pero no será imposible, aunque, por las noches me atormentan episodios de los cuales quisiera no acordarme.

Me despierto en llantos y gritos, llamándolos como si estuvieran aquí, aunque sé que no vendrán....

Algo atrae mi mirada, era colorido, pero no lo alcanzo a distinguir debido a que la nieve lo cubre casi en su totalidad, me pregunto si había estado ahí todo el tiempo que llevaba mirando por la ventana.

–Que extraño –dije para mis adentros.

Seguí observándolo cuando me di cuenta de que no era otra cosa más que un arbusto decorado, me quedé mirándolo hasta que una persona atrapó mi atención, era una chica de unos 15 años, no la veía muy bien así que eso pienso que tiene, que salía de su casa con dirección a la mía.

––¿A que vendrá?

Toca la puerta y mi madre le abre, luego se saludan como si fueran viejas amigas...

Después de lo anterior, ya que ella se retiró, seguí observando la nieve, no había otras cosas que hacer y tenía mucho frío como para salir de la casa...

Vinieron a mi mente otra ronda de recuerdos, pero de ellos captó mi atención, era reciente, era una conversación con un amigo, pero, ¿dónde estaba él?, luego lo recuerdo, era mi mejor amigo, mi amigo imaginario.......