El Error del Millonario.

Capítulo 2: Objetivo logrado.

Ahora que tengo lo que deseaba en mis manos, no queda más que ejecutar y destruirte.

NEIL KESSLER

Ayer fue un día bastante agotador, pero terminó bien, desde que me hice ese proceso en la estética de la chica apellido… ¿Cómo era?, ¡ah, sí!, Meier. Acaba de convertirse en mi víctima y a Emilie le encargué de ir haciendo todo el proceso para elaborar la mejor marca. 

Dado que poseo una fábrica, mis empleados pueden atender a la velocidad de la luz. De inmediato, contacté a todos mis equipos para comunicarles que: "tenemos un nuevo proyecto en puerta que no debemos dejar pasar por alto". Ya saben cómo soy: si deseo algo en un tiempo que se estipula, así tiene que ser. 

 

«De igual modo, deben obedecerme, para eso les pago y nadie en la faz de la tierra puede alegar lo contrario».

 

Y esa chica se la daba de chistosa, cuando se estaba orinando, comenzaba a dar saltos pequeños y a tronarse los dedos de forma exasperante, ¿acaso tiene un tic o no sé?, aún no comprendo cómo es que a una persona así la van a ver muchas personas y tiene tanto alcance. 

Vi hace unos días en una publicación en un sitio web que esa mujer obtuvo un magnífico incremento en sus ventas y está a punto de superar en número, quitándome el primer puesto, lo cual sería la primera vez que me sucedería y, por ese motivo, no descansaré hasta conseguir lo que quiero. 

Miro a mi hermana, Nara, siendo muy cariñosa como siempre conmigo preparando un omelet, detesta ver a los de servicio haciendo esa parte y, como ama la cocina, se ofrece por su propia voluntad. A veces viene a mi mansión para dormir y cocinar increíbles platillos, y yo me encargo de ser el juez de tanta exquisitez. 

Lo que más me incomoda es que, además del afecto que siente por su hermano mayor y la cocina, tiene otros gustos muy peculiares, como es Theo Lehmann, mi mejor amigo. Supongo que es por su edad; ya se siente adulta con veintiún años, y él —que es detestable—, la supera por diez. Siempre menciona: “Cómo desearía tener a alguien que hiciera esa comida tan maravillosa en mi casa”. 

«Iluso, como que lo dejaré tenerla cerca».

¿Qué le ve a ese tonto?, acepto que ame la cocina, pero no a él. Ya le advertí las consecuencias que podría sufrir si le tocaba un pelo a mi hermana en ciertos aspectos. 

—Y dime, Nee, ¿ya fuiste a visitar a mamá?, créeme que está desesperada por verte de nuevo. Recuérdate de darle seguimiento a lo del laboratorio para lo de… —hace un gesto de duda, está pensando si decirlo—. Las medicinas de mamá —la silencio sentándome en la mesa.

Eso solo me recuerda a ella.

No quiero que mencione este asunto justo cuando voy a desayunar, sin embargo, me he descuidado de mamá por estar resolviendo lo de esa mujer. ¡Bendita Meier!

—La iré a ver más tarde. —Deja el plato en la mesa y se acomoda en la silla de mi lado para comenzar a comer. 

—Perdón si te fastidié. 

—Tranquila, si no fueses tú, te aseguro que papá me lo recordaría —hago un suspiro largo—. Cuanto lo extraño. 

Acaricia mi hombro en modo de compasión y me sonríe. 

—Aunque lo extraño mucho, debemos continuar aquí, siguiendo su legado, siendo personas de bien y cumpliendo nuestros sueños. Siempre debemos cuidar a nuestra madre. 

 

«Padre, ¿cómo le explico que su hijo le miente a la familia y no ha sido lo que usted desea?, no soy de bien, pero el mal me está dando una excelente economía».

 

Sacudo mi cabeza de esos pensamientos para seguir comiendo. 

—Cada vez te superas más. —Ríe emocionada, agitando su cabello castaño. 

—Me encanta que me lo digas, pero preferiría que fuese Theo. 

Aquella mirada amenazante de mi parte la hace reír. 

—¿Has tenido contacto con él estos días?, sabes que está haciendo varios proyectos de su negocio de vender pelucas y le está yendo de maravilla, tú debes concentrarte en la comida. —Frunzo el ceño algo incómodo. 

Ella solo ríe, sabe de que modo enfurecerme, conoce que es una de mis debilidades y sobre todo, la única hermana que tengo.

Suena el timbre y me sorprendo, aunque puede tratarse de Emilie. 

—Mira a ver quien es, seguro es Emi. —Niega y toma su chaqueta negra de cuero, siempre con su excéntricos gustos. 

—Cálmate, no es tu futura esposa, ¡es el mío que viene a buscarme! 

Huye mientras le persigo. 

—¡De tratarse de Theo en la moto que tiene, lo voy a freír como este omelet que me diste hoy! 

Me detengo tras escuchar mi celular, un mensaje de Emilie, el cual estaba esperando.

 

🗨️  Todo va saliendo perfecto, las mezclas, las etiquetas y las negociaciones van de maravilla. Falta que firmes el contrato del nuevo local para ejecutar, como has hecho productos anteriormente, esto será pan comido, es cuestión de unos días para tener todo resuelto. 



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En el texto hay: romance, millonario, embarazo

Editado: 16.03.2023

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