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Habían pasado más de tres semanas desde que llegue, todos los días trataba de buscar un trabajo que se me acomodara parta quedarme a cuidar de mi
abuela, pero ninguno daba la talla, así que decidí abrir una empresa y un taller mecánico, puse de todo mi empeño luego de 5 meses todo iba de maravilla, mientras Lucy venía a cocinarnos cada tarde.
Al pasar 7 meses, me encontraba en mi habitación no podía dejar de pensar en una sola cosa "debes ir al cementerio" porque al final cada encuentro con
Lucy, era un recordatorio inmenso en pensar en Melany y eso no lo podía entender, quizás ni controlar, ya que eran diferentes personas, ninguna se
asemejaba a la otra, pero el tiempo estaba dando frutos a mis negocios, solo que nunca puse mi nombre ya que esta ciudad aún no se enteraba de mi
regreso, o quizás ya lo hacía sin importar que habían pasado casi 3 años.
Ya hace unos días, Lucy me dijo el "si" para compartir nuestras vidas, lo cual me hizo muy feliz al igual a mi abuela, sin imaginarme que el pasado no se
queda con nada y mi suerte cambiaria.
Tiana
Me he quedado dormido en el escritorio "parezco una abuela" y me levanto porque están tocando a mi puerta.
—Adelante —me incorporo
Es Lucy, pero viene con una gran sonrisa y eso me alegra a la vez me preocupa, ya que no puede tener altas emociones, ya que no importa cuánto
lleve su corazón, siempre hay que tener cuidado ya que no es el suyo propio.
—tengo tantas cosas que contarte, tia —se sienta frente a mi
—calma Lucy, recuerda que debes manejar las emociones
Ella empieza a respirar suave y me tranquilizo
—ok, ahora sí, cuéntamelo todo
—bueno, sabes cuánto amo contarte mis cosas, ya que somos amigas
Odio ese término, me gusta el término de "mamá", pero recuerdo que no lo soy
—sé que esto se lo debo contar primero a mis padres, pero tú eres quien debe saberlo, así que, me voy a casar —me muestra el anillo de compromiso.
— ¿qué? —Me deja fría— ¿cómo que casarte? Apenas tienes, 20 Lucy
—lo sé, para ti es pronto, pero para mí no, quiero vivir esa experiencia, hace años atrás me dieron una mínima posibilidad de vida, y ahora que puedo
continuar, no cambiaría eso

Aparto la cara, este tema no me gusta, nunca sopese el hecho de casarse,
nunca, ahora poco la veré dándome la realidad de todo, es que ya Melany no está.
—lo sé, preciosa, solo me tomo por sorpresa, ya que nunca me has hablado de otro chico que no sea el tal " Richi" de Margot.
—ponte tu mejor ropa, hoy tenemos una cena en la casa de Margui, ya que lo haremos oficial esta noche, y tú eres también alguien importante, así que debes estar ahí.
Margot y Lucy hablan de un tal "Richi", para ellas él es un dios griego bajado del cielo, pero bueno, tengo que verlo yo misma para confirmarlo
—cuenta conmigo, ahí estaré.
—Te adoro, tia —me besa en la mejilla y me abraza, luego se va
Siempre anhele un abrazo, y hoy se ha cumplido, y siento que esto ha llenado mucho de mí.
Me voy a mi casa, y veo que Lucy me manda un mensaje que debo estar ahí a las 8 donde Margot.
A Margot la llevo tratando el tema de sus varices durante un año y medio, pero
el día que llegaron por ella estaba en una cirugía y no lo pude conocer.
Me alisto y salgo de mi casa, al salir me encuentro con alguien al lado de mi
auto, pero es ¿el?
— ¿Manuel?
—sí, soy yo
Con eso basta para correr hasta él y abrazarlo, decirle cuanto lo extrañado
—hijo, ¿cómo has estado? ¿Dónde anduviste estos años?
Tengo tantas preguntas ya que no lo he vuelto desde aquel jueves por la mañana
—sé que tiene muchas preguntas, pero debía irme siquiera continuar con mi vida, tenía tanto por pensar y bueno, fue una decisión correcta al irme.

Usted —me mira— se ve muy bien y eso me alegra
—no estoy bien ni lo estaré, simplemente debo seguir, ya que las decisiones fueron de Melany, y eso hay que respetarlo.
—lo entiendo, sin embargo, me fui con algo que no me pertenecía y aquí esta
—saca un papel de su bolsillo y es una carta con el nombre de mi padre y míohaciéndome diminuta, que suena algo muy malo en él.
—creí que llevándomelas seria lo correcto, quizás hice bien o quizás no, pero he vuelto y así mismo me iré ya que mi vida está hecha en otro lugar y solo
vine a ser el mensajero. Espero que lo que este dentro sea lo que usted quiere, hasta pronto, señora.
Besa mi frente y así con miles de preguntas me deja.
¿Debo leerlo? No, no cuando el corazón de mi hija está en el cuerpo de una niña a la cual quiero y se va casar. Así que meto la carta en mi cartera.
Sea lo que sea que este ahí, puede espera. No quiero llegar a uno de los momentos más importante de la vida de Lucy.
Seria egoísta con ella, ya que ella ha puesto de su amor para sanar la ausencia de Mel.
Me subo a mi auto y llego a la casa de Margot. Su casa es preciosa, Margot. Me bajo y toco la puerta, me abre un hombre de cabello negro, ojos marrones, alto y barba espesa definida, lo que me sorprende es que su expresión cambia en nanos segundos de tranquilos a nervioso.
—buenas noches
—hola tia, ¿cómo estás? —Lucy me toma del brazo para que entre dejando atrás aquel hombre.
La casa es dulce por dentro, tiene un aire muy hogareño, en cambio la mía es algo más sólido y frio, sino fuera por papá, ya la hubiese vendido. Solo veo
cuadros de paisajes y cosas interesantes, en el mío mis padres solo cubren todo de fotos de Melany, lo que me da entender que Margot tiene mejor gusto y
yo no. Me encuentro con los padres de Lucy y nos saludamos mientras no sé a dónde se fue Lucy ni mucho menos aquel hombre.
Margot aparece luciendo muy linda, lo mismo Lucy, supongo que el hombre es con quien se va casar.
Nos pasamos toda la noche disfrutando de la comida y bebida y en ese momento él nos pide atención
"Señores withs, deseo con todo mi corazón unirme en cuerpo y alma a Lucy, y así deseo que me den su bendición" ellos aceptan y Lucy lo besa muy
emocionada, mientras Margot llora de felicidad. Ya siento que estoy un poco demás aquí, así que me despido y el me acompaña hasta la puerta.
—siento que te he visto de algún lado— le digo
—me sucede lo mismo, sabes