CAPITULO UNO: LLEGADA AL PSIQUIATRICO

Siento mi corazón se afligía cada vez más, no sé cuántas veces llevo mirando la ventana del automóvil ni cuantos minutos lleva mi padre manejando nada no sé nada ni siquiera qué día es hoy, yo dormía tranquilamente en mi habitación pero mi madre me despertó su mirada se notaba una gran tristeza no entendía el por qué.

Me pidió que me cambiara en el baño no le dije nada solo hice caso, me bañe rápidamente y me coloque unos pantalones, una playera sin mangas y por encima un suéter lila y por último unos zapatos normales, Salí del baño había una mochila la mire detenidamente, era mía, la abrí había ropa mía conjunto a zapatos seguido de una pasta de dientes, un cepillo, peine pequeño entre otras cosas básicas.

Escuche a mi madre gritar desde la parte baja de la casa, agarré la mochila y baje ella estaba enfrente de las escaleras tenía los ojos llorosos, fruncí el ceño y le enseñe la mochila casi en la cara ella solo agacho la cabeza y sus palabras para mi fueron como espinas que atravesaban mi piel.

"es hora que vayas a un psiquiátrico"

Entre mi padre y ella me metieron al carro cerrando con seguro seguido de ellos, así termine en un carro con dos personas al frente llevándome a un psiquiátrico. El sol apenas estaba saliendo dejando ver un edificio de tres plantas rodeado de agua y un puente, llegamos mis papas se despidieron dejándome sola.

Lo primero que me pidieron las enfermeras fue colocarme el uniforme seguido de un número que era mi habitación la cual me llevo una enfermera, todo era blanco incluyendo la litera a excepción de una silla y mesa de color gris.

En la litera había una chica su color pelinegro resaltaba entre toda la mancha de blanco, me acerque poco a poco casi llegando a ella, esta se giró mirándome con unos ojos color café se sentó sobre la cama haciendo un espacio a mí se presentó brevemente su nombre es Rhea es dos años mayor que yo más exacto 17 años fue traída aquí porque fue diagnosticada con depresión hace un mes, me pregunto por mi nombre y edad a la cual yo se la di. Le explique que me trajeron aquí porque tengo esquizofrenia la cual había empeorado cada vez más o eso fue lo que me dijo un médico mientras me daba mi medicamento

Ella solo me dio ánimos los cuales acepte a gusto, platicamos un buen rato hasta que llegó la hora del desayuno, me sorprendí al ver gente de todo tipo literalmente. Desde personas muy jóvenes hasta personas que rebasan los 50 años, gente bipolar, con depresión, con esquizofrenia al igual que yo, retraso mental, ansiedad, post-traumatismos, autismo, etc.

Siendo mi primer día no estuvo tan horrible como pensé al contrario la mayoría fue buena gente conmigo y eso lo agradezco no es como si me quisiera quedar pero no me queda de otra más que seguir al régimen la medicación y lograr salir.

La primera semana no fue tan mal y lo escribo de esa manera ya que había una enfermera arrogante que nos trataba peor que a un mendigo de la calle siendo ignorado por las personas y después están enfermeras muy tiernas que nos hablaban como si fuéramos una persona cualquiera y no alguien "diferente"

Lamentablemente Rhea se fue a la semana que yo llegue eso me hizo sentir mal por lo que me negué a comer pero fui obligada ya que tenía que tomar medicamento, estuve tres días sin nadie con quien hablar hasta que en la noche no sé qué hora era exactamente llego una chica menor que yo pues no solo era chaparra su voz era aguda pero no tanto. Ella estaba aconchada en la puerta así que me baje de la cama y me acerque a ella le pregunté su nombre.

Su nombre era Nohara y tiene 13 años eso me sorprendió ella tiene post-traumatismo, le extendí mis ambos brazos en espera de un abrazo ella lo capto rápido y me abrazo.

Los meses siguientes pasaron rápido y yo no tenía avances y tampoco había señales de que pronto saldría de ahí eso me entristeció un poco pero no perdía la esperanza además de que mi madre me visitaba cada que tenía tiempo eso me alegraba, Nohara salió de aquí pero al mes ella se lanzó del edificio de su escuela al ya no poder resistir a su trauma, me entere mientras escuchaba una plática entre médicos por ahí no le dije eso a nadie y solo llore por un día entero. La siguiente y actual chica es Mirra, digamos que su llegada no fue muy bonita que digamos

Ese estábamos todos en el patio trasero no había mucho ruido estaba todo tranquilo tanto así que podías escuchar a los pájaros y la ciudad, de pronto se escuchó un ruido feroz proveniente de la puerta, alguien la había pateado y allí estaba Mirra una chica más alta que yo con un hermoso pelo largo atado dejando dos mechones de cabello salir de cada lado, ella corría hacia la pared y escalando como si no fuera un obstáculo alguno, era sorprendente aun que desafortunadamente no llegó a cruzar la pared o ver por arriba de esta pues los guardias de seguridad la aturdieron con un sedante.

Poco después estaba en mi habitación escribiendo la primera página de mi diario cuando alguien abrió la puerta era ella de nuevo lucía fatal tenía los ojos llorosos me sentí mal por ella, me levanté de la silla y me puse cara a cara saludandola ella me ignoro y subió a la parte superior de la litera, pocas semanas después se presentó, su nombre como ya lo habías leído es Mirra Norahi en ese tiempo ella tenía 15 años y yo 14 así que fue más fácil encajar conmigo.

Los meses pasaron volando teniéndola a ella como compañera, hacía bromas no solo a mi sino que también a los médicos, me contaba cosas de lo que hacía ella en escuela o con sus "amigas" también aunque esto fue a escondidas me enseño a pelear .

"debes ser fuerte y confrontar a las personas que te agredan"

Aun que nos llevábamos buenas regañadas, mi mama me dejo de visitar al igual que mi padre lo único que seguían haciendo fue pagar el psiquiátrico y a su vez mis estudios llegando sin darme cuenta misdiecisiete años bien o mal cumplidos.