Capitulo 5: La gran ciudad

Liam luego de dejar la casa del viejo hechicero, continuo su camino hacia el castillo teniendo en mente el nombre de la aquella mu cama que Baia le había mencionado, pero al ver la grandeza y belleza de aquel reino se deslumbro, se descuido y se perdió teniendo que bagar solo en la oscuridad de la noche, lo cual no fue mucho problema para el, por que se parecía mucho a la aldea de noche, a la mañana siguiente se despertó, por el bullicio de la gente el mercado de fruta que estaba cerca compro algo y siguió su camino al castillo.

Al llegar al castillo pregunte por la señorita Braun y esta enseguida apareció.

-Cuales son tus asuntos conmigo pequeño? Con un tono de arrogancia.

2157505. aquí en representación de la princesa Baia,- a lo cual ella me silencio rápidamente, y me llevo a un pequeño cuarto al parecer era un pequeño almacén.

- Como te atreves a mencionar a la princesa así como así?, Ademas Quien eres?

-Lo siento si te incomode, pero la princesa Baia me envió aquí con la esperanza que tu nos dieras un poco de ropa para ella y algo de dinero, que ella tiene asuntos que resolver y yo la acompañare.

-Esto tiene que ser un capricho, la princesa sabe la razón por la que no puede salir, y con todo y eso necesita la aprobación del rey, si quiere hacer algo el no se lo va a permitir.

-Ella me contó todo, señorita por favor créame, fui a casa del viejo hechicero y ya complete un trato y según la princesa podrá salir en 5 días, de verdad si no me cree dígame de quien es este amuleto.-

Muy apenada me pidió disculpas y procedió a darme las cosas que Baia pidió, luego de ahí seguí mi camino de nuevo a casa del viejo para confirmar la salida de Baia.

-Viejo estas aquí, sal un momento,- de nuevo todo nublado, que esta pasando?- viejo vengo a que me confirmes si Baia va a salir de ahí en 5 días,- se abrió la puerta y pase, el viejo estaba sentado con cara de angustia y desolación.

-Que pasa viejo?- Le pregunte asustado por la condición en la que estaba.

-Chico lamento que el brazalete, de cierta manera funciono para intentar curar a mi hijo pero me consumió mucho poder mágico, por lo tanto me tengo que recuperar, claro, seguiré con lo de la joven princesa, pero, posiblemente me tome mas de un año en quitar el sello.

Sorprendido pero aliviado de que la situación no fuese peor, de todas maneras le agradecí pero, toda vía sentía algo de pena en tener que decir celo a Baia, como reaccionaria? Seguí mi camino hacia el bosque y me encontré un pequeño cachorro de husky, que se encontraba solo y muy desnutrido, obviamente me lo lleve conmigo. Al llegar Baia tenia cara de pocos amigos y me daba un poco de miedo preguntar,luego de un rato sin hablar tome valor y le pregunte que le pasaba.

-Estoy molesta, han venido barios aventureros y me han visto y se han echado a correr, nunca me había pasado algo así, pero basta de esos tontos dime como te fue.

-No te enojes mira,- le enseñe el cachorro,- Este amiguito ahora es tu amigo también míralo que lindo es.

-Si gracias me ayudara mucho a mantener la compostura, ahora dime como te fue?

-Baia te tengo una buena y una mala noticia, la buena es que el hechicero si te puede quitar el sello- Muchas emociones invadieron su rostro,- Pero la mala es que, lo mas rápido que podrá sera en mas de un año, lo siento.

-No lo sientas al menos sabemos que podre salir de aquí.

-Baia, una pregunta, cuando hable con la señorita Braun y le mencione tu nombre se sorprendió, y me llevo un poco mas lejos para poder habla, sabes que pasa?

-Liam, pues lo que pasa es que para esto, a mi persona en el reino me dieron por muerta, por esa razón la gente que sabe sobre mi no puede hablarlo bajo ordenes de mi padre, y si ellos se enteran de lo que estoy haciendo, seguramente vendrán a intentar detenerme.

Tome su pequeña mano y le un pequeño beso, a lo cual ella se sonrojo y quito la mano, me dio algo de gracia.

-Baia, te prometo por mi vida, que no dejare que te toquen, mientras este aquí estarás bien por que te protegeré, todo el tiempo que falte para que salgas de aquí estaré a tu lado, mientras tanto enséñame tus habilidades de batalla por que escuche en el castillo que eras buena en eso, y quiero verlo.

-Con mucho gusto, pero si te gano no vallas a llorar.

Y así su arduo entrenamiento y la espera para su salida comenzó.