De amores efímeros y algo más

Una nueva mirada sacudió mi mente, sus ojos eran otros, pero la sensación que ocasionaron en mí era ya conocida.

Quiero volver a caer, pero tengo miedo, tengo mucho miedo. De sus labios ni hablar; y su sonrisa, su sonrisa, esa es otra historia. Pero me gusta; cuando lo vi sentí que alguien me jaló la alfombra nuevamente, qué fácil caigo.

¿O es que tengo el corazón muy blando?

- Pregúntenle a él. -

Otra vez tengo ganas de mandar flores y abrazar hasta romper; sin embargo, ya entendí que todos estamos destinados para algo y yo soy el que siempre termina rompiendo de tanto abrazar.

Creo que a mí me toco en la vida ser aquella estrella fugaz a la que le pides un deseo mientras una sonrisa adorna tu rostro o una lágrima discurre por tu mejilla.

- Girasoles.