#1

"Casi caigo en depresión, ¿la causa? Tu manera tan brusca de hablar. Sin pensar, sin sentir. Me sentí fea, totalmente horrible. Gorda, aunque realmente me esforzaba. ¿Esfuerzos para qué? Si en lugar de apreciarlo y halagar, solo recibía más insultos y desprecios.

¿Idiota? Quizás... por todavía querer agradarte físicamente, cuando realmente lo que necesitaba era agradarme a mí misma y dejarme querer. Qué estúpida casualidad de la vida haberte conocido, haberte hablado, haberme interesado en ti.

Pero ¡vamos! ¿Quién no se fijaría en esa actitud de chico malo? En tu forma tan fácil de hablar de la muerte, era difícil no centrarse en cada punto que resaltabas al contar tus batallas, tus historias. ¿Tu físico? Simplemente tallado a mano. ¿Exageración? Claro que sí. Luego de que me lastimaste, pude ver cómo en realidad soltabas putrefacción, al igual que en el interior.

Esos ojos que una vez conocí se volvieron negros cual monstruo y las sonrisas amables, muecas de desprecio. ¿Siempre has sido así? ¿Por qué nunca te vi realmente?"