Años antes.
Qué triste es saber que el hombre que siempre has querido y lo veías como tu héroe te diga que es verdad lo que escuchaste.
Alonso Sanper no es mi papá, ya no es mi héroe.
Lágrimas bajan por mis mejillas y mi vista empanada no me deja ver muy bien el rostro de ellos dos y si escucho los soñosos de ellos mezclados con los míos.
—¿Por...? ¿Por qué no me dijeron?
Ella se intenta acercar a mí, pero doy un paso para atrás.
No quiero que me toquen, no hoy, no mañana, no en un futuro cercano.
—Mi Aura.
—¡¿POR QUÉ?! —grite —¿Por qué? —sin ánimos susurré.
—Costali —antes de que termine le grito.
—¡No me digas así!
—Aurora —habla despacio mi con las manos en su boca intentando tapar llanto.
—No me digan nada, los odios, los odios, ¿Por qué enseñarme toda una vida? ¿Por qué?
Mi mente lo podía procesar nada más que no fuera preguntar por qué había ocurrido eso, por qué nunca me había dicho nada.
—Papi —la voz de Mauro hace que ellos se limpien las lágrimas para que él no vea.
Mi padre, quiero decir Alonso, se le acerca y hay más paso atrás de nosotros, no sé si se están acercando y saliendo, solo niego a mi mamá mientras me dirijo torpemente hacia la salida de la casa llevándome a varias personas por delante.
—¡Aurora!
No distingo quien grita, estoy concentrada en irme de la casa, siento que me ahogo y agradezco que no me puse unos tacones para así correr.
Corro como si mi vida dependiera de ello, corro alejándome de la verdad, alejándome de la tristeza que estoy sintiendo al enterarme de algo que nunca tuve que saber.
Holiiis, los recuerdos de Aurora son muy importantes para seguir entendiendo toda la historia.