Capítulo X

Capítulo X

Puedes llorar todo lo que quieras, pero es un hecho, el pasado no se puede cambiar, acepta esta realidad.

El sol  se abría paso entre las ramas de los árboles que me rodeaban, si hubiera sido en otro momento seria hermoso ver este espectáculo de luces, pero ahora solo aprecio el dolor de mi alma.

Hacer drama no era lo mío, o eso suponía, sin embargo he aquí llorando toda la noche por recordar toda mi vida anterior a Halia y Agatha, y sin poder creer cada uno de esos hechos.

Ayer como si de un rayo se tratara me golpeo hasta dejarme sin fuerza para evadir cada memoria que se reproducía en mi cabeza.

Solo quería saber quién era Tavalas en realidad, pero me salió un tiro por la culata, cuando me pare frente a él para enfrentarlo no tenía noción de qué  respuesta obtendría de su parte; no obstante, por mi mente nunca imagino que tendría contestación de una pregunta que había hecho antes, una que estaba ahí pero no era consciente de su existencia.

Suspire, de nada me servía seguir en este bosque solo hacía que me deprimiera más con cada minuto que pasaba; pero tampoco podía regresar a casa, aun no quiero enfrentar y aceptar esta realidad que me está absorbiendo.

Una vez le diga a Agatha y Halia quien soy ¿todo seguiría igual o cambiaria algo?, podría guardar mi identidad como secreto pero les estaría engañando, y no quiero mentirles desde que las conozco he sido honesta con ella.

Comencé a caminar sin siguiera saber a dónde ir,  pero realmente no importa donde vaya, primero tengo que calmarme un poco si llego en este estado a la casa las voy a preocupar.

Caminar hace bien a la mente, con cada paso que daba hacia que vea claridad donde hay oscuridad; ayer estaba concentrada en mi tristeza y dolor por perder todo, que no me di cuenta que en esos recuerdos había una pista.

Un indicio que podría llevar a descubrir quién es Alexander Tavalas; ahí en mis recuerdos esta lo que buscaba desde un inicio, una posible respuesta sobre él.

Aún no está claro que el muchacho de mi recuerdo sea él, pero existe la posibilidad que sea la misma persona; si es así, quiere decir que es de confianza, pero por qué dudo de sus intenciones.

Sin darme estaba parada frente la casa, me quede viendo un rato la entrada dudando en entrar y caer una vez más en la mentira que quiero seguir viviendo aun cuando me haría daño y no solo a mí.

¿Podría desaparecer sin avisarles? Seguro se preocuparían mucho y no descansarían encontrarme, en todo este tiempo creamos un lazo que sería difícil de romper; sin embargo ¿Por qué dudo de ella si se enteran quien soy realmente?

No sé cuánto tiempo estuve parada frente a la puerta sin abrirla, solo la miraba como esperando una respuesta si todo seguirá igual.

-Aquí estas- se escuchó la voz de Halia a mi espalda- No sabes cómo nos tenías preocupada a la abuela y a mí- reclamó mi amiga.

La señal llego con la voz de Halia, con su llegada repentina entendí que no importa quien se ellas nunca dejaran de ser mi familia, ellas siempre serán parte de mi vida; y por ello me sentía afortunada.

-Lo siento- me disculpe dando vuelta para darle la cara.

-Oh Dia, no llores nena- murmuro acercándose- Todo va estar bien- articulo abrazándome como si tratara de pegar mi alma.

-Lia, nunca olviden que las quiero y son mi familia- susurre sollozando, tenía que decírselo.

-Linda, creo quien lo está olvidando eres otra- exclamo- ven entremos la abuela esta angustiada- articulo abriendo la puerta.

Al traspasar la puerta Agatha camino  hacia mí apenas me vio, y me abrazo fuertemente para luego comprobar que no estuviera herida; ahí me di cuenta que no importa quién soy para ellas seguiré siendo Diana Mwezi, y no importa que mi pasado diga que soy una princesa.

 Para Agatha y Halia seguiré siendo parte de su pequeña familia, y nunca me abandonarían aun cuando yo intente alejarlas de mí, ella estarán ahí siempre; deje que me apapachen y me mimen.

Ahora sé que no debo mirar al pasado, no tiene caso pensar en él, si no se puede cambiar lo que sucedió; por ello solo acepta la historia que deja huella en ti, pero sin dejar de vivir el presente, y mi presente es con las personas que están aquí.