CAPITULO 5*

Nada de esto tendría que haber pasado, Aria no tenía que estar ya en casa, se supone que Isabel tendría que habérsela llevado hace ya media hora para evitar lo que está sucediendo ahora. Aldo, Axel y Silas se le quedaron viendo; y ella a ellos, al parecer los tres la conocen, yo solo tenía conocimiento que uno de ellos la conocía, pero ¿los tres?, esto es mucho para mí, tengo que hacer que se valla ya. Joseph dijo claramente que ellas ya se habían ido

-Aria, ¿qué es lo que haces aquí? - digo tratando de sacarla de su impresión, cosa que logre.

-Yo había olvidado mi teléfono y regrese por él, y aprovechaba en despedirme de tu madre y de ti- dice mirando de vez en cuando a los chicos anterior mete mencionados-`pero resulta que fue mala idea venir.

- ¿Te encuentras bien? - digo viendo como empieza a parpadear varias veces. Pareciera que en cualquier momento se fuera a desmayar.

-Sí, estoy bien- dice mirándome- Joseph podrías decirle a tu hermana que mejor la veré en otro momento, tengo que ir a un lugar.

-Sí, yo le digo…

-Pero ¿a dónde vas? - digo llamando su atención.

-No te preocupes estaré bien, no estaré sola, Luke me acompañara.

-Está bien, pero regresa pronto- ella solo asiente y camina hacia la puerta.

-Aria- dice Aldo poniéndose de pie, ella se detiene.

-No creo que sea el momento para que empieces con tus discursos, o lo que sea que quieras decir- dice sin dejar de mirar la puerta.

-Si tan solo me escucharas- dice este acercándose a ella.

-Tengo que recordarte lo que paso la única vez que te escuche- dice volteando a verlo, su mirada reflejaba ira pura- Ese día no salió muy bien.

-Ese día las cosas se salieron de control, pero fue un accidente.

-Claro, ¿un accidente? Pero de todas formas sabias lo que ocurriría, y no hiciste nada para evitarlo.

-No lo sabía.

-Solo cállate- dice levantando la mano- Es mejor que me valla, te mandare un mensaje con la dirección del lugar donde estaremos para que no te preocupes- dice mirándome.

-Por favor, solo ten cuidado. Cualquier cosa avísame. – ella asiente,

-Me encanta como se ve de esa forma- dice Iván divertido.

- ¿En serio? Este no es el momento para que pienses en esas cosas.

-Solo te digo lo que pienso.

-Definitivamente es de esa forma como te recuerdo- dice Axel rompiendo el silencio que se había generado.

-Axel, es mejor que te calles- le digo, no es porque me preocupe por él, pero no sé cuál sería la reacción de ella.

- ¿Por qué? Solo digo la verdad- de repente veo como el cae al piso. Aria lo había golpeado en la cara.

-No sabes cuánto estuve esperando para hacer eso- dice ella sacudiendo su mano derecha.

-Te lo dije- miro como es que Silas lo ayuda a ponerse de pie, Axel se limpia un rastro de sangre de su labio.

-No recordaba que fueras así de fuerte- dice el poniendo se delante de ella.

-Hay cosas que cambian, tienes que entender eso- dice dando se la vuelta y saliendo del estudio.

-Aria espera- digo tratando de alcanzarla- ¡Aria!

-Alex déjala- dice mi amigo tomándome del brazo.

-Pero…

-Alex no, es mejor que escuches a Joseph. - dice Axel.

No hago caso de lo que me dicen y salgo del estudio, Aria es realmente rápida y solo está caminando, trato de alcanzarla. Debe estar realmente muy molesta. Salió de la casa y se encontró con un chico que aparentaba tener su misma edad. Este era un poco más alto que ella, su piel estaba ligeramente tostada, también era delgado. Me detuve en la entrada para poder observarlo mejor, planeaba hablar con él más tarde. De alguna manera, al ver al chico me transmitía confianza, aunque nunca antes lo había visto. No me había dado cuenta que me le había quedado mirando y él también me estaba mirando. Le dijo algo al oído y ella volteo a mirarme. Esta por acercarme a ellos, pero los dos se subieron a una moto que hasta ese momento note, él iba de conductor y ella se aferraba a la cintura de él. Ambos se fueron deprisa.

-Ese el chico que mencionaste, ¿verdad? – digo cuando siento la presencia de Joseph a mi lado.

-Sí, es un omega, aunque no es participe de los entrenamientos para defensa personal.

-Quiero que lo traigas después, quiero hablar con él en privado.

- Como ordenes- dice de forma seca. -Alguna razón por la que lo quieras ver en caso de que pregunte.

-Nada en especial inventa algo, pero lo quiero aquí.

-Vere que inventarle para que no se reúse a venir. – simplemente asiento.

-Hay que entrar, quiero saber que era a lo que se refería Aria con respecto a Aldo- el solo asiente.

Trato de pensar en que pudo haber pasado entre ellos dos, pero mi mente no me está ayudando, o tal vez sea culpa de Iván.