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Querido Owen:

Cuando me llamaste sentí miles de mariposas en mi estómago...

Huy no, eso es empalagoso.

Arrugué el papel y lo tiré a la basura.

CANASTA SEÑORES.

Agarré otra hoja y comencé a escribir:

Querido Owen:

Quiero decirte que te am....

Y como las otras diez hojas, esta también fue al bote de basura. No entiendo porqué exijo tanto si al final no le enviaré ninguna de estas cartas.

Pensé un momento que ponerle y un foco pequeño del tamaño de una hormiga apareció.

Querido Owen:

Pensar en ti se ha vuelto una actividad del día a día. Dirás que estoy loca, pero aún no comprendo como es que lograste fijarte en mí. No entiendo como fue que todo pasó tan rápido, puesto que no sabías nada de una tal Amanda Risso y en el día menos esperado, comenzamos a salir.

Estoy ilusionada ¿sabes? Porque eres mi primer amor platónico y simplemente no sé como actuar.

No quiero decirte que soy yo la dueña de esas cartas que recibiste, pues no sé como lo tomarías, simplemente puedo decirte que estoy asustada, como si algo malo viniera.

Pero ¿Por qué?

(No enviado)