Joel

Día soleado en una ciudad de la costa del país.

Cerca de una medianamente transitada calle se ubicaba un edificio de apartamentos, en el tercer piso dentro de uno de estos se encontraba Joel jugando un videojuego de carreras con su amigo en el sillón de su hogar.

Después de ser derrotado por su amigo y a modo de descanso comenzaron a hablar de que harían ahora que estaban recién graduados del colegio. Su amigo mientras se estiraba y muy contento le comentaba a Joel que ya había sido aceptado en la universidad, Joel luego de felicitarlo menciono que ya verá si se postula a alguna universidad pero que por ahora solo quiere trabajar para conseguir la nueva consola que saldrá en unos meses.

Su compañero le dice bromeando que ni con la mejor consola va a mejorar en el juego, Joel le contesta que cuando juega no le importa ser mejor sino solo pasar el rato, un momento después empezaron otra partida.

Al día siguiente Joel baja por las escaleras de su edificio, camino a la tienda nota que cerca hay un restaurante algo grande y observa que en la pared se encuentra un aviso para contratar a un lavaplatos, entra al concurrido lugar y pregunta sin muchas ganas que hacer para tener el empleo, el sujeto de la caja le dice que solo tiene que enviar su curriculum a un correo e ir a la entrevista a ver si tiene suerte, Joel considera la opción, realmente no le importa demasiado tener un trabajo pero viendo que le queda cerca de su casa al final lo considera y más tarde envía todo.

En dos días es la entrevista y tres después su primera jornada.

Se levanta a las 7 AM, desayuna en su pequeño comedor, esa mañana se encuentra con su hermano que se burla de que es lavaplatos pero Joel no lo ve como una agresión, baja con una pequeña mochila, camina una cuadra, mientras va entrando al establecimiento y saluda a los que se encuentran, se puede apreciar que a algunos les molesta comenzar la rutina del día de trabajo pero él continua de buen humor, entra al baño de empleados, unos minutos después sale con el uniforme y empieza a familiarizarse con sus herramientas de trabajo.

Su jornada es monótona a más no poder, pero no estresante. Donde se encuentra puede oír algo de la música y como le gusta esta pasa toda la jornada de buen ánimo, así pasan semanas, luego meses.

Un día por cosas de la vida falta un mesero y asignan a Joel a cubrirlo. Él prefiere quedarse lavando los platos donde es bueno pero evidentemente acaba haciendo el turno igual, él solo es él mismo, saluda cordialmente a los clientes porque es lo obvio, pero el gerente que lo ve un rato desde el mesón de las ordenes cree que Joel se está esforzando para destacar, la jornada continua con normalidad, no comete ningún error, limpia todo bien y al momento de terminar no parece cansado, lo cual hace considerar al su jefe ponerlo de vez en cuando también como mesero.

Esa misma semana en el comedor de empleados su gerente empieza una conversación con Joel por primera vez, quien sigue con naturalidad el tema y responde afirmativamente con interés. El gerente le pregunta sobre sus aspiraciones en la compañía, Joel contesta que está bien como está ahora, lo que le hace creer a su superior que su empleado es humilde, a pesar de que estaba siendo completamente sincero.

Desde ese momento Joel ha tenido más trabajo, de vez en cuando le asignan que entrene a algún novato, le enseñan el funcionamiento de algunas máquinas del lugar. Un día le dan la responsabilidad de hacer ayudar con el inventario donde de igual forma se hace caer bien por sus compañeros, tras unos pocos años y gracias a la buena estima que tiene su superior ayudado de su excelente registro de asistencias su jefe le pregunta si desea ser uno de los nuevos gerentes de la nueva sucursal.

—Mmm, Bueno. —responde Joel sin darle mucha importancia.