02 - Madison, cena y ... ¿suegros?

Trevor:

Hoy me levanté con un fuerte dolor de cabeza, Madison actúo muy lanzada anoche, y eso por primera vez en mi vida no me gustó. Todo lo que pasó anoche después de la discusión fue muy desagradable para hacerlo después de discutir, pero no me quedó de otra, porque mi maldito subconsciente estaba ahí presente y no quería discutir conmigo mismo, realmente no lo disfruté nada, y a raíz de eso mi migraña.

Desgraciadamente hoy tengo que ir al trabajo, lo único que quiero es recibir buenas noticias de cualquier cosa, pero que sean buenas noticias.

—Buen día, Trev. ¿Cómo la pasaste anoche? —¿en serio quiere saber?, porque yo estoy dispuesto a decirle la verdad.

No seas grosero, Trevor. Dile que lo disfrutaste y ya.

Pero no quiero mentirle.

Pero tampoco quieres herir sus sentimientos.

¿Cómo lo sabes?

Soy tú, idiota. Sé todo lo que piensas.

Ok.

—Hola, Maddie. La pasé increíble anoche, estuviste asombrosa —mentí, obviamente.

—Me alegra que te haya gustado. Si quieres te doy otra probadita antes de irte.

O_O

¿Qué acaba de decir?

No, por supuesto que no quiero "otra probadita".

Agh, que horror.

—No, Maddie. Luego llego tarde al trabajo, y tu sabes lo exigente que soy con eso.

Puso ojos llorosos.

—Está bien, Trev.

(...)

Ya vestido (con mi traje de Arturo Calle), aseado, y perfumado; bajé a desayunar, un simple emparedado como casi siempre, que se podía hacer, no tenía mucho tiempo.

Desayuné rápido, me cepille los dientes.

—Maddie, nos vemos luego.

—Recuerda que hoy es la cena con "X" personas.

Mierda, se me había olvidado por completo.

—Claro, nunca se me olvidará —en mi opinión miento terrible.

Sin decir más palabras me fui.

(...)

Ya sentado en mi oficina me puse a revisar solicitudes de artistas para meter sus obras aquí, nada que me llame la atención. Y sí, ya me tomé una pastilla para la migraña.

Tiempo después, mi mejor amigo y empleado Finn, entró a mi oficina. Espero que sean buenas noticias.

—Ya tenemos quien ocupe el puesto de tu asistente personal, Trevor —dijo bastante emocionado para ser verdad—. Y es hermosa, la chica —¿eso a mi que me interesa?, estoy comprometido.

—¿Su nombre? —le pregunté desinteresado por una parte, pero feliz por tener por fin una nueva asistente personal.

—Sarah McLain —Ok, lindo nombre, hay que admitirlo.

No pienses en cosas que no debes pensar, Trev.

¿Pero qué?, ya cállate.

—¿Cuándo inicia? — pregunté con más interés.

—Mañana mismo —que bien, ¡aleluya!, mañana ya tendré a mi nueva asistente personal conmigo, a mi disposición. [No malinterpreten]

—Bueno, a conocerla mañana —dije.

(...)

Ya en la noche fui al restaurante donde quedé con Madison, y "X" personas.

Conduje hasta él y llegué a la mesa reservada, Madison ye se encontraba ahí, sola.

—Hola —le dije a Madison.

—Hola, Trev. Por fin llegas. Ellos ya están por llegar.

¿Ellos?

¿Quiénes?

¿Y crees que yo sé?

No.

¿Entonces?

Nada.

Me senté, y al cabo de unos minutos llegaron nuestros acompañantes... ¿Mis suegros?

Algo está mal aquí.

Concuerdo contigo.

—Trev, mis padres cenaran con nosotros hoy para discutir sobre la boda.

—¿Discutir? Eso es entre tú y yo, no entre ellos.

—Pero para mi es importante.

—Me da lo mismo lo que te importe a ti y a esos imbéciles que llamas padres —exploté.

¡Para! ¡para! ¡para!

Mierda.

—Trev ... —me miró casi llorando.

—Creo que mejor nos vamos —dijo la señora Hard.

—¡Sí, váyanse al agujero de mierda de donde salieron, malditos bastardos! —grité, todavía fuera de mis riendas. 

Ya la cagaste.

Ya lo sé.

La gente me miraba como si fuera basura.

Tal vez lo seas.

Ya lo sé.

(Llevé a Madison a casa).

(...)

—Tenemos que hablar —¿hablar de qué?

—Me importa lo que tengas que decir. Voy a dormir —estaba furioso, que esperaba. Y con mi migraña—. Perdón—le susurré al pasar a su lado.

—Tranquilo —me respondió con un dulce susurro.

(...)

—Dulces sueños —¡vaya!, ella no estaba enojada conmigo.

—Te digo lo mismo —me despedí.

Y me dormí rápido.

Tendrás pesadillas hoy. He He.