Un polizón en tu viaje

Capitulo 1

Había sido una semana dura y debo reconocer que no estaba en mi mejor momento, ya era tarde y estaba lista para irme a dormir, me había despedido de mi madre y mis hermanas como cada noche, estaba con un pantalón de algodón delgado y un bibidi gris, me acosté en el centro de la cama con una almohada a cada lado como una especie de muralla, mi forma habitual de dormir, al principio me costó conciliar el sueño estaba dando muchas vueltas y no lograba encontrar una postura cómoda, pero como siempre que no puedo dormir comencé a contarme uno de mis libros, historias, que se me olvidaran a la mañana siguiente, ni siquiera  sentí el momento  en el que me quede dormida… cuando comenzó.

 

Estaba en un auto creo que era una camioneta pero no estaba sola, en el asiento del conductor había un hombre, tal vez estaba llegando a los  treinta años, siempre e sido mala calculando la edad de los demás, no era muy fornido mas bien diria que delgado, pero eso si, era alto tenia el cabello negro  y un rostro perfilado, su mirada era lo que mas destaca de su rostro, tenia una mirada muy dulce de esas que te dicen que es una buena persona de verdad y una sonrisa que te hacia sentir en casa, habian más personas en la camioneta una niña de unos cinco años y un pequeño bebe de un año tal vez, estaban sentados en la parte de atras, ambos lucian un cabello castaño claro parecian especialmente felices por algo, ese tipo de felicidad que solo la inocencia de un niño puede tener, como en los sueños suele pasar sabia sin ninguna duda que ese hombre era mi esposo y esos niños eran mis hijos, era muy estraño no sabia donde estaba y mi cuerpo no se sentia bien, parecia como cuando te pones unos zapatos que no son de tu talla y te quedan demaciado grandes,  mi cuerpo  se sentia mal y no de forma  física sino como si yo no debiera estar ahi, como si estubiera metiendome en algo que no me pertenecia.

Las puertas de la camioneta se abrieron solas y  de una manera  automática me baje y  pude ver que la camioneta era de un color negra y que había más camionetas del mismo color  atrás como si aguardaran su turno, al darme la vuelta vi un edificio enorme como un centro comercial, no sabría decir su color parecía cambiar por momentos, comencé a caminar sin un rumbo fijo, parecía que en el lugar había algún tipo de feria, había varios stands  y muchas personas que se movían de aquí para allá, pero nadie parecía reparar en la presencia de los demás como si estuvieran en su propio mundo, vi cada stand por el que pasaba tratando de leer lo que ponían sus carteles pero no lograba comprender bien lo que decian como si las letras se desdibujaron después de leerlas, confundida regrese la vista al hombre con el que había llegado pero tanto él como los niños habían desaparecido, sentí una angustia en el pecho, la que sientes cuando pierdes algo realmente importante y sabes que si no lo encuentras estarás completamente perdida, los busque por el camino que habiamos venido pero en vez de regresar parecia que me adentraba más en el centro comercial.

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