Capítulo 4

—Diecisiete años —Marbella sonríe ampliamente llena de orgullo por su hijo, le gustaba escuchar los comentarios de admiración hacia su hijo, la riqueza que tenían. Lucio cada día que pasaba se volvía más guapo, más elegante.

—Así es —extendió su copa para brindar con sus invitados, dio un sorbo a su bebida, estaba eufórica.

Su esposo estaba hablando de negocios como siempre, y cuando no lo hacía estaba con su amante, ella había aprendido a levantar un muro a su alrededor, de ese modo no sufría por la falta de amor en el matrimonio.

Trina Compton camino elegantemente hacia su hijo, era una joven preciosa, orgullosa y fría, la mujer perfecta para su hijo, no necesitaba una mujer que estuviera a su alrededor llorando por no saber llevar una casa, a los hijos, o lidiar con la infidelidad de parte de su esposo, Trina era perfecta para ser la esposa de Lucio.

Los vio caminar hacia el centro del salón y bailaron como si hubieran practicado, eran una pareja perfecta.

*****

—Feliz cumpleaños —su abuela sonrió un poco, había preparado un pequeño pastel para celebrar el cumpleaños de Zoé, el único invitado era Boyd Peck.

—Gracias abuela —Zoé miró el pequeño pastel, le parecía hermoso, ese día habían salido de la casa para celebrar junto al hermoso lago, si la familia de la prometida del señorito Lucio no hubieran insistido en celebrar el cumpleaños de él en su mansión, ellos estarían trabajando, atendiendo los invitados de los Atienza —También hoy es el cumpleaños del señorito Lucio —murmuró.

Su abuela suspiró.

—Deja de pensar en eso, céntrate en que es tu cumpleaños nada más, es lo que importa.

—Abuela, no me gusta esta ropa —Boyd Peck miró a Natividad.

—Es la que usarás.

—Es como tres tallas más grande que la mía, me veo gorda.

—Sin discusiones Zoé, en un año nos vamos de este lugar, el día que cumplas dieciocho años.

—Abuela... —Boyd Peck sonríe.

—Cambiemos de tema, hoy es un día para celebrar, en muchos años es la primera vez que celebramos tu cumpleaños Zoé el día que es, no el día siguiente.

—Es verdad —su abuela dio una palmadita en su mano —Deseo este sea un año maravilloso.

Sonrieron mientras Zoé soplaba la vela del pastel y pedía un deseo, no entendia porque su abuela insistia en que se vistiera con esa ropa, a mediados del año pasado su abuela habia colocado ese nuevo vestuario para que ello lo usará, suspiro mientras dirigia su mirada hacia el lago, Boyd Peck habia colocado unas lamparas que volvian el pequeño momento en especial, sus sentimientos por Lucio Atienza no habian cambiado, ella seguia suspirando por él.

****

Lucio dio un sorbo a su bebida, sus ojos recorrieron el elegante salón de baile de la mansión Campton, Piedad bailaba en brazos de su ahora esposo, sus ojos no se apartaban de él, desde que se casó, dejo de visitarla, no le apetecia acostarse con una mujer que dormia con otro hombre. Su prometida estaba con sus amigas, riendose y mirando hacia todos lados, imaginaba que criticando a los invitados, suspiro, estaba aburrido, su cumpleaños deseaba celebrarlo de otra manera, con su prometida no era opción.

—¿Aburrido? —Lucio se giro con una gran sonrisa en su rostro.

—¡Tio! —abrazo a su tio, se sentia feliz, su tio habia estado de viaje, pero habia vuelto al fin.

—Vamonos de aqui, me doy cuenta que estas aburrido —Lucio sonrio, su tio lo conocia muy bien, echo una vistazo nuevamente hacia la fiesta para poder irse sin que su madre le reprochara nada, iba a celebrar su cumpleaños como se lo merecia.

Cosmo Atienza sacó un cigarro de su pitillera plateada, mientras sonreia, su sobrino era como él y eso le alegraba mucho.

*****

—¿Zoé ha cambiado? —Natividad asintió mientras cerraba su albornoz por el frio.

—Su cuerpo esta empezando a madurar, debo mantenerla a salvo, no he recibido respuesta de la carta que me escribiste,si responden pronto, no esperaré los dieciocho años de Zoé.

Boyd Peck asiente, temia que no recibiria respuesta Natividad, pensaba que los chicos nietos de Natividad habian muerto en la guerra, desde que se marcharon, nunca supieron de ellos. 

—Vamos a dormir, hoy por primera vez podremos dormir temprano.

*****

Lucio se tambaleo, mientras trataba de entrar, no lograba atinar con la puerta, se sentia fastidiado, sintio una fragancia que pasó junto a él y luego la puerta fue abierta, se giro y pudo ver la silueta enfundada en un vestido blanco.

—Entre señorito Lucio —reconocio la voz.

—Llevame a mi habitación mugrosa —Zoé suspiro, camino hacia él y con cuidado paso su brazo por la cintura de él, cerró los ojos al sentir el calor del cuerpo de Lucio,su olor de hombre mezclado con el licor,

Lo ayudo a subir las escaleras, camino en silencio con Lucio, habia roto la promesa de no acercarse a él, no podia dormir, asi que se sento en el techo para ver el cielo estrellado, y fue cuando vio a Lucio tratando de entrar, sin pensarlo se bajó del techo, para ayudarlo a entrar, no espero que le pidiera que subiera a la habitación. Abrio la pesada puerta, suspiro agradecida de que la habitación estaba iluminada,lo dejaria en la cama y se marcharia. Lo ayudó a caminar hacia la gran cama, quizo apartarse para que él se acostara, pero para su sorpresa Lucio al dejarse caer en la cama, la arrastró con él, quedando Zoé encima de él, ella se movio para marcharse, pero sus fuertes manos la sujetaron de las nalgas, ella jadeo, debia irse, él la echaria al dia siguiente, sintio como las manos grandes de Lucio, apretaron su trasero.

—¿Eres tú mugrosa? Este hermoso trasero y esta estrecha cintura ¿son tuyos?—sintio como las volvio a apretar, debia irse, se movio, pero escucho el jadeo de Lucio —Quieres jugar por lo que veo —Zoé no queria que Lucio las echara al dia siguiente, necesitaba irse, pero sintio como Lucio se movia bajo su cuerpo,mientras atrai su cabeza a sus labios, sintio su boca en la suya sus manos acariciando su trasero mientras presionaba su cuerpo con su pelvis, ella sentia que su intimidad se estaba mojando, el deseo la estaba invadiendo, ella no podia quedarse, su abuela jamas le perdonaria que las echaran de la mansión.