Capítulo 11.

┏━━━•❃°•°ALEXANDER°•°❃•━━━┓

Salimos de la compañía rumbo a un parque que conocí en la ausencia de Nathalie, aquel tenía un pequeño lago y había muchos juegos para los niños, en ocasiones caminaba hasta el lugar y me sentaba a contemplar el atardecer en soledad, pero ahora, mis recuerdos de ese lugar serian distintos.

Durante el trayecto me quité el saco del traje y la corbata, miraba constantemente a los niños por el espejo retrovisor, y en ocasiones mi mirada chocó con la de Nathalie, le sonreí cada una de ellas, ambos nos mantuvimos atentos a los niños que iban contando lo que habían hecho en la guardería durante todo el día, al llegar busqué un buen lugar y nos sentamos a ver a los niños jugar.

Si hace unos años alguien me hubiera dicho que iba a estar tan enamorado de aquella torpe chica que siempre vivía tropezando lo hubiera hecho internar en un manicomio, Me encantaba mi vida de mujeriego, disfrutaba de la vida sin compromisos; ahora, la mujer que tenía al lado, que era más terca que una mula y gruñona me tenía completamente loco, además me había dado dos razones para amarla mucho más.

—¿Cuándo es el cumpleaños de los mellizos? — pregunte con algo de curiosidad, esta, seria la primera vez que estaría presente en uno de sus cumpleaños, por nada del mundo me lo perdería.

— En dos meses

—¿Qué haremos para el cumpleaños de los niños? — tenía en mente algo, pero quería que ella estuviera de acuerdo.

— Aún no lo sé, tengo que hablar con Drake

—¿Con Drake? — giro su rostro avergonzada.

— Es que siempre lo organizamos con Drake, ya sabes, es una costumbre, si quieres este año lo podemos organizar juntos

— Es lo que más quisiera — fruncí el ceño al ver a un niño acercarse a mi princesa

— Ese niño está muy cerca de mi princesa — gruñí enojada, Nathalie miro hacia Alice, luego a mí y empezó a reír fuertemente.

— Alex, apenas va a cumplir tres años, solo está jugando — no quería ningún niño cerca de mi princesa — cuando crezca va a volverte loco — seguía riendo, y yo ya estaba planeando comprar un arma para espantar los pretendientes de mi pequeña.

—Como sea — mire a Nathalie, se veía radiante, — ¿tienes algo en mente para el cumpleaños de los niños? — ella negó con la cabeza.

— Aun no estamos muy seguros, con Drake pensábamos en alquilar algún salón de juegos, pero sin niños seria difícil, así que estamos viendo que hacer — asentí con la cabeza, eso me dejaba más fáciles las cosas.

— Nath, ¿Qué te parece hacer su cumpleaños en la casa de playa que conseguí hace poco? — había comprado una casa playera, tenía salida al mar, playa privada y ocho habitaciones, era perfecta para pasar vacaciones, también, para celebrar el cumpleaños de mis hijos.

— ¿Tienes una casa en la playa?

— Tenemos, es nuestra, y sería ideal para celebrar su cumpleaños.

— Si te parece bien por mí no hay problema, creo que podemos reunirnos todos allá — sonreí al ver que mi plan había resultado, tenía toda la intención de tomarla en mis brazos y besarla con intensidad, pero a voz de mi pequeño llego a mis oídos interrumpiendo el momento.

—Papá ¿podemos comel helado?

— Me parece un maravilloso plan, ve por tu hermana y vamos por un helado.

Me puse de pie y tome la mano de Nathalie para ayudarle, no la solté, en lugar de ello entrelace nuestros dedos para empezar a caminar hacia los niños, ella no opuso resistencia, simplemente se dejó llevar.

— Mami y papi son novios — escuché decir a Alice y sonreí con su inocencia.

Caminamos hacia donde había dejado el auto y fuimos al centro comercial, tomamos un helado, los niños entraron a los juegos, todo el tiempo trataba de tener a Nathalie cerca, tomaba su mano o la acercaba de la cintura, en alguna ocasión intente besarla, pero falle en el intento, aun así, las cosas iban mejorando.

El día término de la mejor manera, luego de pasar toda la tarde jugando y saltando los lleve a su departamento, los niños quedaron tan exhaustos que cayeron rendidos ni bien subieron al auto.

Al llegar tome en brazos a Alice y la puse en los brazos de Nathalie, luego tome en brazos a Andrew, cuando bajamos del ascensor lo primero que divise frente al departamento fue a Ethan, esperando en la entrada.

— Hola Ethan — vi a Nathalie sorprendida, el igualmente nos miraba sorprendido.

— Nath ¿cómo estás?, señor Alexander — me hizo un ademán con la mano y se acercó quitando a Alice de los brazos de Nathalie.

— La sostengo mientras abres — fruncí el ceño. ay si tú, que amable.

— Señor Alexander, gracias por traerlos a casa, la busque a la salida, pero ya se había ido — acaso este payaso no sabía que eran mis hijos. — Si quiere puede pasarme a Andrew, para que pueda ir tranquilo a su casa.

— ¿Porque habría de hacerlo? — Nathalie se mantenía al margen de la situación, no decia nada.