UN OBJETO EXTRAÑO

En una de su excavaciones, parecía que habían encontrado la solución del pasado, descubrieron un objeto diferente a todo lo que habían visto, no era de oro, ni de plata pero brillaba con un fulgor parecido al de la Luna, rodeado por hojas de arbustos jamás vistos, era hermoso todos se alegraron de ver algo así, todos creyeron que ese objeto era algo importante y muy valioso para todos los humanos que quedaban, fue un momento de gozo y de expectativas, es un bastón, no es una llave... Todos comentaban emocionados, los gritos de júbilo eran muy fuertes, de pronto la conmoción seso de golpe. Todos  fueron emboscados por las sombras del temible Aquiles, Yukina nunca los había visto, eran seres  obscuros, parecía que hasta el sol les temia todo se llenó de penumbras donde la visibilidad era muy poca. El silencio reino el lugar, las sombras eran muy sigilosas y no producían ruido la moverse, todos estaban en guardia, Yukina y algunos niños que habían a su lado fueron empujados por sus padres hacia en medio de un circulo dibujado por los hombres de ahí, en algun momento una sombra embistió a la coordinación, se comenzó una cruel batalla entre sombras y hombres, Yukina creía que las sombras eran personas que seguían las ordenes de Aquiles, pero por instantes no lo parecían, eran muy rápidos y despiadados, nunca los había visto y ahora que lo hacía, le daban tanto miedo y estaba congelada por esa crueldad  que emanaban las sombras, que inundaban de pavor el corazón de ella, la oscuridad y las tinieblas no dejaban ver una luz de esperanza, de pronto sintió un toque suave en su brazo, era Nicolas su padre quien decidió poner a salvo a su hija y los demás niños. Y entonces la jalo con tanta fuerza que sentía que su padre le arrancaría el brazo, corrían lejos de la oscuridad del lugar, tan rápido como los caballos, sentía que su corazón explotaría por lo rápido que corría ella, los niños y su padre, veía como las sombras trataban de acercase y como la luz del sol impedía que los tocaran, la esperanza se escondía en el cuerpo de Yukina, por momentos sentía que esas horribles apariciones la raptarían y la alejarían de sus padres que tanto amaba. Un rayo de luz atravesó el cielo parecía que algún dios los ayudaba desde algún lado, las sombras se quedaban atrás  bajo las penumbras de los altos árboles.

Voltearon para ver lo que se quedaba tras, las sombras simplemente se quedaron allí en la oscuridad y no más, en el bosque donde estaban sus amigos, padres  de los infantes dentro de aquel bosque ahora lujubre, en una pelea con las sombras, el miedo que había en ellos se transformó en  angustia, los ninos querían regresar a casa y Nicolas deseaba regresar por sus amigos, por otro lado tenía que poner a esos niños en un lugar seguro, pronto supo que la respuesta era mantenerlos seguros y después regresarlos a sus hogares y lejos de los restos de la pequeña guerra que ocurría en ese bosque. Con angustia y tristeza, fingió su sonrisa lo más natural que pudo y encamino sus pasos hacia donde se encontraba la coordinación. Agilizo sus pies lo más rápido que pudo hasta donde se encontrara Fénix su única meta era esa, recorrió el camino con su cabeza llenas de ideas buenas y malas, que encontraría en esa lugar cuando regresará, impaciente camino hasta que se encontro entre tantas cosas en su mente como un gran nudo,fue entonces donde choco su mirada  con el hermoso rostro de su amada, quien como si de un sueño se tratara, y escucho la voz de ella que pregono que pasaba, era realidad era ella se preguntaba en sus adentros, he llegado, había sido tan corto el camino o acaso él fue tan rápido que el tiempo se detuvo, la miro con ojos de incredulidad entrego a su hija y los demás niños, le dio un beso dulce y sin decir ninguna palabra dio la media vuelta y corriendo a todo pulmón a la ayuda de sus colegas.