Mis gritos en silencio fueron escuchados.

IV

Laila y Sebastián llegaron en el mismo tiempo, Teresa odiaba en ese momento a su amiga.

 

Teresa: ¿cuál es tu plan? Eh?. Robarte a Sebastián por qué es el único de que hace caso.

 

Laia: de qué estás hablando.

 

Teresa: me quieres quitar a Sebastián, que pensaban, que soy tan estúpida para no darme cuenta.

 

Laila: Sebastián no quieres a ninguna de las dos, sabes porqué, por qué él quiere con todas no te das cuenta que mientras está contigo mira a otras, yo no voy a competir contigo, no me interesa.

 

Teresa: él es el hombre más tierno y sincero que he conocido, seguro piensas así porque ya te quitó tu virginidad y decidió estar conmigo.

 

Laila: es lo más estúpido que he escuchado, mejor me voy no quiero hablar sobre este tema no tiene sentido.

 

Teresa: que pena Laila que te tengas que ir pero tu madre se enojada si llegas tarde a tu casa.

 

Sebastián: verdad que te vas, yo te puedo llevar, digo que si los dos podemos ir.

 

Laila: no gracias prefiero ir sola no quiero causar más problemas. Adiós.

 

Se fue de la sala de cine, aprovecho el dinero que le había sobrado para comprarse un helado, lo llevaría no pensaba quedarse otro segundo cerca de Sebastián era incómodo, llego a su casa pero no fue bien recibida.

 

Francisca: Laila llegaste temprano.

 

Laila: si Teresa se quedó con unas amigas en el centro.

 

Francisca: ¿segura? No debe ser porque te fuiste a otro lado.

 

Laila: mamá no tengo a donde ir, no te entiendo cada vez es lo mismo, cuando era más menor me decías que cuando este por acabar el colegio me dejarías tener y ahora me molestas ni siquiera he tenido ni tengo novio.

 

Francisca: por ese mismo motivo seguro estas buscando pero date un poquito de respeto.

 

Laila: buenas noches mamá no tengo ganas de comer la cena.

 

Francisca: cuidado con lo que estás haciendo jovencita.

 

[  ] Al día siguiente

 

Megan no fue a clases porque había pescado un resfrío, Laila sentía aliviada al no llevar a su demonio, decidió no llevar sus auriculares y disfrutar la bulla de los niños, cuando subió el chico de chaqueta negra y aspecto serio, se sentó detrás de ella no podía negar que ambos se sentían nerviosos. Arnold vio que no estaba acompañada de su hermana menor y decidió hablarle, le tocó el hombro izquierdo.

 

Arnold: hola disculpa tienes lápiz para prestarme.

 

Laila: hola si tengo.

 

Arnold: gracias antes que lleguemos te lo devuelvo.

 

Laila: no deberías escribir aquí, te aseguro que va a salir todo garabateado, lo digo por experiencia.

 

Arnold: si tienes razón me lo prestarías hasta la salida.

 

Laila: claro pero espero que me lo devuelvas.

 

Arnold: y ¿cuál es tu nombre?.

 

Laila: Laila Smith Xauen.

 

Arnold: wow, primera vez que escucho ese apellido.

 

Laia: si es raro. ¿Cuál es el tuyo?.

 

Arnold: Arnold Cold Lara.

 

Laila: frío?.

 

Arnold: si frío, creo que define a mi personalidad, ¿en qué grado estas?

 

Laia: 3ro medio y tú?.

 

Arnold: 4to, ya te había visto pero nunca pensé que estarías en un grado menor.

 

Laila: ¿por qué lo dices?

 

Arnold: eres muy pequeña. ¿Cuántos años tienes?.

 

Laila: 17.

 

¡¿17?! Parecía de menos, creo que el tamaño no define la edad.

 

Arnold: joder enserio, yo tengo 19.

 

Laila: si parece eres muy alto.

 

Arnold: es de familia.

 

Laila: aaa.

 

Arnold: si, bueno.

 

Laila: eso es todo, si no te importa voy a escuchar música.

 

Arnold: si claro sigue, no te preocupes te lo devuelvo en la salida.

 

Cuando Laia extendió su mano para ponerse el auricular, Arnold vio su problema en sus muñecas.

 

Ay no! Pero que le sucede porque se lastima de esa manera.

 

Voy a escuchar música, pero que tonto fue eso Laila. Olvida toda posibilidad que se fije en ti, estas horrible.

 

Llegaron al colegio y se despidieron, su primera clase de ambos fue aburrida, en el receso Laila se encontró con Deblin ya que Teresa se enojó con ella.

 

Deblin: no tiene sentido lo que dices, Teresa no va a ver lo está haciendo ese muchacho.

 

Laila: ni siquiera me interesa, ese muchacho se fija en todas y Teresa se enamoró en menos de una semana.

 

Deblin: no te preocupes yo voy a hablar con ella. Espérame.

 

Laila: no te vayas. Voy a estar sola.

 

Deblin: tranquila volveré.

 

Se quedó observando a los demás jóvenes que jugaban fútbol en la cancha, Arnold la vio y se acercó a ella.

 

Arnold: hola de nuevo, Laila.

 

Laila: Arnold.

 

Arnold: que haces?.

 

Laila: Esperó a una amiga._ Laia vio su desayuno de Arnold, provocando el crujido de su estómago una señal que estaba con hambre, recordando que no había cenado.

 

Arnold: perdón que malo. ¿Quieres?.

 

Laila: muchas gracias pero no apenco.

 

Arnold: no recibir comida de un extraño, entiendo.

 

Laila: no había pensado eso la verdad sólo que no tengo hambre.

 

Arnold: está bien no te preocupes, nos vemos.

 

Laila se fue a su aula estaban Teresa y Deblin hablando ella se fue a su asiento, esperando alguna disculpa o respuesta de parte de Teresa.

 

Paulo: ¿qué pasó hay?




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