El Hada Casamentera y el Rey del Infortunio Amoroso

Siempre pensé controlar el destino, solo eran hilos rojos que debía unir, hasta que en él descubrí que el amor desafía incluso la magia.
Mi misión número diez mil estaba envuelta en traje, corbata y tenía nombre y apellido: Zaiden Montesco. Un hombre tan arrogante como apuesto y tan capaz como un desastre andante. El contrato con una niña me unió al mayor dolor de cabeza que había tenido en mi vida: El Rey del Infortunio Amoroso.
Un hombre sin esperanzas que ni siquiera quería intentarlo. Sus citas terminaban en desastres de una manera u otra. Pero para su desgracia yo no me rendía ante un reto. Tarde me di cuenta de que mi juramento se estaba rompiendo. Un hada nunca debe entregar su corazón pero, ¿y si ya lo había hecho?
¿A caso estaba mal creer en los "felices para siempre"?